La Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad Internacional de Valencia (VIU) ha celebrado esta mañana en la Sala Alfonso el Magnánimo del Centro Cultural La Beneficència de Valencia la jornada ‘España en la geopolítica actual’.
El evento, celebrado con motivo del Día de Europa, ha reunido a dos figuras clave de la política española: los ex ministros de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez y José Manuel García-Margallo, en un diálogo moderado por Miguel Ángel Cortes Martín, ex secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica (2000-2004). La cita se ha convertido en un espacio de reflexión sobre el papel de España ante la actual estrategia de Defensa y Seguridad, la nueva posición de la Unión Europea o la postura de España en sus relaciones internacionales.
Europa y EEUU: una alianza en revisión
El primer tema abordado fue la evolución de la relación entre Europa y Estados Unidos. En este punto, Trinidad Jiménez ha reconocido tensiones en la relación entre ambos países, pero ha insistido en la necesidad de preservar la alianza transatlántica: “Durante los últimos 75 años, la Unión Europea ha contado con el apoyo decisivo de EE. UU. Desde el Plan Marshall hasta hoy, hemos compartido valores esenciales como la democracia, la libertad y la justicia”.
No obstante, ha admitido que “la administración actual en Washington nos interpela. Nos pide más gasto en defensa, hay presiones proteccionistas y un claro giro hacia el unilateralismo”. Ante ello, Jiménez ha defendido una autonomía estratégica europea, sin caer en el aislamiento: “Si Estados Unidos abandona ciertos espacios, otros los ocuparán. Ante este escenario, Europa debe diversificar sus alianzas, pero sin romper con sus socios tradicionales”.
Por su parte, José Manuel García-Margallo ha sido más contundente al señalar que “vivimos la ruptura del orden internacional que nació en 1945”. Para el exministro del Partido Popular, la invasión rusa de Ucrania simboliza el fin de un sistema basado en normas: “Henry Kissinger ya hablaba de una Cuarta Guerra Mundial, una lucha entre bloques ideológicos: Rusia, China e Irán contra Occidente”.
Sobre la actitud de EE. UU., el exministro ha ofrecido un análisis pragmático: “Trump rompió el paradigma. Su visión es transaccional, renegocia desde máximos. No busca invadir, pero sí obtener concesiones. Y ese pensamiento ha calado: Estados Unidos arrastra déficits enormes y busca retirarse. Culpa a la globalización y a la inmigración de la pérdida de empleo industrial. Y eso explica gran parte del auge del populismo en Occidente”.
Una Europa más proactiva y cohesionada
Por otro lado, ambos ponentes han coincidido en la necesidad de una Unión Europea más cohesionada y proactiva. Trinidad Jiménez ha defendido la idea de que “la UE no necesita una refundación, pero sí una evolución institucional. Debe aprender a hablar el lenguaje del poder, como dice Borrell”. En este sentido, Jiménez ha insistido en que Europa ya es una potencia relevante, pero debe avanzar en materias clave: “La política exterior y de seguridad necesita reformas profundas. Las reglas de unanimidad son obsoletas. La UE no puede actuar eficazmente si cualquier país puede vetar decisiones estratégicas”.
Además, la ex ministra, también ha subrayado la importancia de una mayor integración fiscal y económica: “El Next Generation EU ha sido un gran paso, pero necesitamos un presupuesto europeo real. La mutualización de la deuda ya es una realidad. Ahora debemos ir más allá, especialmente en materia de defensa”.
Trinidad Jiménez ha puesto el foco en la competitividad industrial y la falta de escala europea: “Mientras EE. UU. y China tienen grandes corporaciones, nosotros apenas contamos con 50 empresas de gran dimensión. Hemos perdido demasiado tiempo confiando en la energía barata de Rusia, un mercado chino abierto, y en que EE. UU. garantizara nuestra seguridad”.
En ese sentido, Margallo ha añadido que “la UE debe repensar su gobernanza. Si no avanzamos hacia una federación, desapareceremos como potencia global. Ya hay propuestas como la de los círculos concéntricos: un núcleo federal para los países del euro, un círculo confederal y otro político. Pero esto requiere voluntad política”.
El nuevo equilibrio global: China, Rusia y los aliados estratégicos
El debate ha abordado también la creciente influencia de potencias como China y la posición de Rusia en el nuevo tablero geopolítico. Para José Manuel García-Margallo, el desafío de Ucrania va más allá de sus fronteras: “No es solo Ucrania: está en juego el equilibrio de poder global. Y la respuesta no puede ser ceder, como se hizo con Crimea. La arquitectura europea está en peligro”.
Trinidad Jiménez, por su parte, ha reconocido la necesidad de mantener el diálogo con China, especialmente en temas globales como el cambio climático, pero ha advertido: “Debemos diversificar nuestros vínculos estratégicos. Brasil, como líder en el sur global y en los BRICS -una asociación de mercados emergentes y países en desarrollo líderes, basada en lazos históricos de amistad, solidaridad e intereses compartidos-, es un socio clave. América Latina, Australia o Canadá también deben ser aliados prioritarios”.
Desafíos demográficos y futuro político de la Unión Europea
Uno de los puntos más destacados ha sido el reto demográfico. Jiménez ha insistido en que “Europa es un continente envejecido. Para sostener nuestro modelo de bienestar, necesitamos inmigración. Pero debe ser gestionada con inteligencia, garantizando inclusión social y cubriendo las necesidades del mercado laboral”.
En su intervención final, Margallo ha evocado una advertencia de Jean-Claude Juncker, político luxemburgués, que fue presidente de la Comisión Europea desde el 1 de noviembre de 2014 hasta el 30 de noviembre de 2019: “Sabemos lo que hay que hacer, lo que no sabemos es cómo lograr que nos voten después de hacerlo”. Y ha cerrado con una reflexión directa: “La federalización es posible si avanzamos a diferentes velocidades. Hay países que pueden liderar ese proceso. Lo que está claro es que, si no lo hacemos, la irrelevancia nos espera”.
Un foro para la reflexión y la acción
La jornada ha concluido con un mensaje esperanzador compartido por ambos exministros: Europa sigue siendo un proyecto exitoso, pero debe adaptarse con urgencia a un escenario global marcado por una competencia geopolítica y tecnológica cada vez más intensa. Trinidad Jiménez ha cerrado su intervención con una reflexión contundente: “Estamos ante una oportunidad histórica. La crisis puede ser el motor de la transformación. Lo que está en juego no es solo el futuro de Europa, sino el orden internacional del que dependemos”.
La Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la VIU ha cerrado así una jornada que ha ofrecido propuestas concretas para repensar el papel de España y Europa en el siglo XXI. Un foro que, como ha destacado Miguel Ángel Cortés, “nos invita a no resignarnos, sino a actuar con ambición y responsabilidad”.