Esperanza Sin Fronteras junto a Mamá de Plutón siguen organizando actividades para sacar a los niños de la rutina de tratamientos y hospital. EPDA
Mucha gente sigue de vacaciones, disfrutando del verano, del tiempo libre y los viajes. Pero la vida en la Casa Ronald McDonald, continúan con la misma rutina. En este hogar temporal para familias con niños oncológicos que viven a más de 50 km del hospital, hay quienes no tienen vacaciones, ni viajes. La prestigiosa y veterana ONG Esperanza Sin Fronteras, con 30 años luchando por la Infancia, junto a Mamá de Plutón, que vela por la salud emocional de los pequeños, siguen organizando actividades para esos niños y sus familias, con el propósito de sacarles de la rutina de tratamientos y hospital.
HAY QUIENES NO TIENEN VACACIONES NI VIAJES
De nuevo, con la colaboración del grupo de escritores Kizuna, formado por Marcos Aliaga (Conexiones y El Último Maestro), Paula Lleó (El Mundo de las Lágrimas), Anaïs Darder (¿Qué te pasa, Luna?, y conocida en redes como mamadepluton.com), y Cecilia Millán (Rendijas, Astillas de un Helecho), además del apoyo de Elena N. Darder, han llevado la alegría que les caracteriza. En esta ocasión, Anaïs Darder, Educadora de Crianza Respetuosa y Cooperante por los Derechos de la Infancia, ha hecho un cuentacuentos del libro del que es autora, “¿Qué te pasa, Luna?”, además de hacer una actividad llena de magia y corazón, que tiene como foco mostrar a los niños y sus familias la importancia de mostrar y compartir las emociones, especialmente en situaciones especiales y complicadas como las que ellos transitan.
LA IMPORTANCIA DE MOSTRAR Y COMPARTIR LAS EMOCIONES
Más tarde, los más pequeños han estado expresando a través de dibujos, mientras los más mayores, han jugado animadamente con sus padres, de la mano de los voluntarios, en una actividad que siempre sorprende a todas las partes sacando lo que llevan dentro a la vez que compartían risas y anhelos.
“NUNCA PERDER LA ESPERANZA”
El broche final ha sido la elaboración de un marcapáginas por cada uno de los participantes. En él, han escrito una frase motivadora, algo que les gustaría que les dijesen a ellos. Las han barajado y repartido entre todos. Recibiendo así, cada uno, un mensaje de aliento y cariño para atesorar y releer cuando más lo necesiten. Frases como: “Juntos somos más fuertes”, “Nada es eterno, ¡eres más fuerte de lo que te imaginas”, “Nunca perder la esperanza”, o “Puedes con todo”, son los mensajes que retumban en este hogar lleno de esperanza, donde el verano no existe tal y como lo conocemos, pero en el que, de la mano de estos voluntarios, hoy ha sido primavera.
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