Vista general de unos arrozales . EFE/Ana Escobar/ArchivoLa paja del arroz, el residuo que queda de la cosecha del grano, contiene propiedades antienvejecimiento para la cosmética y también de utilidad para la industria del calzado, unas cualidades que ahora los agricultores de la Albufera de Valencia se proponen aprovechar para sacar un rédito económico a este biomaterial.
Esta es la principal conclusión de un proyecto nacido de los propios arroceros de la Albufera, a través del sindicato la Unió Llauradora i Ramadera, que ha sido desarrollado junto a la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, el Instituto Tecnologico del Calzado (Inescop) y la empresa de componentes zapateros Analco.
Anualmente se producen unas 80.000 toneladas de paja de arroz de este espacio emblemático valenciano sin que los agricultores hayan encontrado hasta ahora una salida satisfactoria porque es muy difícil de retirar de unos suelos embarrados y la humedad.
Eso ha hecho que tradicionalmente se haya optado por quemar la paja, aunque cada vez se hace menos por el impacto en el calentamiento global y las afecciones a los pueblos cercanos, o por mezclarla en el mismo suelo, el llamado 'fangueo', pese a las consecuencias negativas porque aumenta la materia orgánica y se multiplica el riesgo de plagas.
Además de investigar las cualidades de la paja para el calzado y la cosmética, el proyecto se ha centrado en conseguir un mecanismo que garantice la extracción de la paja de arroz independientemente de las condiciones del terreno y se ha tenido éxito con una máquina quitanieves traída de Alemania a la que se han incorporado unos aperos especiales.
La paja de arroz y la economía circular
Una vez que se asegura la extracción, los cuatro socios han iniciado los trámites para crear una empresa dirigida al aprovechamiento de este residuo natural que atiende a los retos de la economía circular y reduce las emisiones de dióxido de carbono (CO2), ha explicado a EFE el profesor del área de Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la UMH Enrique Barrajón.
"El objetivo es conseguir que esa paja deje de ser un problema y pase a ser rentable para los arroceros", ha defendido Barrajón, quien ha valorado que se trata de una materia prima prácticamente de kilómetro cero para los cercanos productores de cosméticos y del calzado, y cuantificable de antemano por la propia actividad de los agricultores de una de las zonas productoras española de arroz, con el Delta del Ebro (Tarragona) y las Marismas de Andalucía.
Las cualidades industriales de la paja de arroz en el sector del calzado se explica en que contiene unos componentes, las ligninas y polioles, aptos para producir resinas y adhesivos con resultados similares a los productos tradicionales con un origen petroquímico.
De esta forma, permiten pasar de utilizar los conocidos disolventes, agresivos con el medio ambiente, a un nuevo producto ecológico conseguido a partir de la obtención de polifenoles, que tiene aplicaciones en cosmética y en la salud como se refleja en los ensayos para producir cremas con actividad antienvejecimiento por su acción despigmentante, fotoprotectora y por aportar firmeza a la piel.
Rentabilidad del proyecto
Los arroceros ultiman la futura empresa con la participación de sus socios científicos y tecnológicos, que incluirá una planta de procesado, convencidos de la rentabilidad del proyecto.
El director autonómico de proyectos de la Unió Llauradora, Pepe Castro, ha relatado a EFE que el principal problema que se ha superado era la extracción del suelo de la paja ya que un material "complicado de manejar", sobre todo cuando está mojado o con el suelo encharcado.
"Ahora sabemos cómo sacarla", ha destacado Castro, quien cree que, de la mano de la UMH e Inescop, hay un plan de negocio "viable e interesante" en convertirse en proveedores del sector del calzado y cosmético.
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