Hospital Clínico de Valencia. / EPDALa situación de emergencia sanitaria que estamos viviendo
está llena de historias humanas de personas con nombres y apellidos, que sufren
cada día los efectos del virus que ha azotado al mundo en las últimas semanas.
Un ejemplo es el caso de Alicia Molina, concejal de Sanidad en el
Ayuntamiento de Benaguasil que trabaja como enfermera de urgencias en el Hospital
Clínico de Valencia.
La historia de Alicia se repite demasiado, más de lo que sería
deseable. Después de que se contagiara en su puesto de trabajo hace cuatro
semanas, como los miles de sanitarios de este país a los que les ha ocurrido lo
mismo, ahora está a la espera de que el test por COVID-19 resulte negativo. “Cuando
comencé con síntomas, lo comuniqué a mi hospital y al hacerme las pruebas dieron
positivo”, señalaba Alicia.
Desde entonces lleva ya 29 días en cuarentena domiciliaria y
confesaba a El Periódico de Aquí que “ya tengo ganas de que pase todo esto y estoy
ansiosa por dar negativo en coronavirus”.
Después de estas largas semanas confinada en casa, lo ha
querido hacer público en la comisión informativa del Ayuntamiento, “para dar
las gracias a todas las personas, trabajadores y voluntarios por su ayuda y
solidaridad y por el apoyo recibido de todos los que se han interesado por mi
estado de salud”.
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