Antonio Morejón Varios autores y estudiosos sitúan la aparición del primer esqueleto de un homínido en la Garganta de Olduvai, Tanzania. El esqueleto, que fue bautizado con el nombre de Lucy, correspondía a una hembra, fue catalogado como Australopithecus Afarensis y es considerado el primer antecesor en la cadena de homínidos y por tanto del Homo Sapiens: los humanos.
John Kappelman, uno de los principales investigadores relacionados con el descubrimiento del esqueleto del primer homínido, llegó a la conclusión que el ejemplar investigado falleció a los 20 años de edad, muy probablemente, al caerse de un árbol.
Muchos de los lectores recordarán la película “2001: Odisea en el espacio” dirigida por Santley Kubrick estrenada en 1968. Una de las escenas más famosas del film es la que se ha dado a conocer como: "El Amanecer del Hombre" donde un simio despierta descubriendo un esqueleto y al coger uno de los huesos, destroza la formación ósea de otro animal que yace a sus pies, descubriendo lo que podríamos considerar el primer arma de la historia.
En esta escena se ve una repentina evolución del simio que se reafirma como el más poderoso, ya que adquiere un nuevo instrumento que le da capacidad destructiva sobre el resto de miembros de su comunidad, lo que podría considerarse una adelanto, siempre y cuando el poder sea llevado a buen fin, siendo el instrumento el que lo ubica en lo más alto en la jerarquía de la manada.
Casi cincuenta y tres años después nos damos cuenta de un pequeño detalle en la película; quizás nos hubiera acercado más a ella, la modificación del título, toda vez que éste no debería haber sido “2001: Odisea en el espacio”, sino “2021: Odisea de Estado”, y el hueso utilizado como arma mortal que empodera al simio también sería sustituido, siendo el instrumento aniquilador, en este caso, una urna rodeada de cadáveres humanos, amontonados, procedentes de una pandemia.
En estas fechas, 20 años después del 2001, casualmente la edad con la que murió el primer homínido y quizás con el convencimiento por parte de los mandatarios empoderados con las urnas - quienes creen que los ciudadanos nos hemos caído de un árbol- no somos capaces de aplicar el “sapiens” que se nos presupone y aplazar un acontecimiento, que desde luego será de todo, incluso vital, pero no por no hacerlo sino todo lo contrario.
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