Cartel de la jornada online. / EPDA La Universidad Internacional de Valencia
organizó ayer una jornada online para debatir sobre la idoneidad del estado de
alarma en la que participaron cuatro prestigiosos constitucionalistas como Francesc de Carreras,
catedrático emérito de Derecho Constitucional en la Universidad Autónoma de
Barcelona, Mar Esquembre, profesora de Derecho Constitucional de la
Universidad de Alicante y presidenta de la Red Feminista de Derecho
Constitucional; Carlos Flores, catedrático de Derecho Constitucional en
la Universidad de Valencia y director de la revista Cuadernos Constitucionales;
y Ana María Aba Catoira, profesora de Derecho Constitucional de
Universidad de La Coruña. Los cuatro constitucionalistas analizaron la figura
del estado de alarma, así como su aplicación durante estos meses y valoraron
otras posibles opciones a su aplicación como el estado de excepción.
La jornada estuvo presidida
por el Dr. Christian Moreno, director del Área
de Jurídico de VIU quien destacó el importante papel que debe jugar el
mundo universitario en la sociedad y en la generación de conocimiento y debate.
Mª José Catalá, presidenta
del PP de Valencia y docente del Máster
Universitario en Abogacía y Práctica Jurídica en VIU y Joaquín Marco,
letrado de les Corts Valencianes fueron los moderadores de la jornada y quiénes
plantearon a los ponentes si nos encontramos ante un estado de excepción
encubierto y si existen otras alternativas viables.
Francesc de Carreras mostró su postura a favor del
estado de alarma y señaló que, en su opinión, era “el idóneo dada la virulenta
propagación del virus". En este sentido, el catedrático manifestó que no
creía que hubiera habido excesos o limitación de derechos fundamentales. En
cuanto a la duración de las medidas adoptadas mediante la declaración del
estado de alarma y los reales decretos, el letrado consideró que "son
normas que por su propia naturaleza son provisionales, es decir que duran
mientras dura la necesidad y en cuanto acaba esta necesidad sean derogadas o no
dejan de tener vigencia", aunque lo mejor, considera el catedrático, sería
"que se derogaran expresamente".
Con un punto de vista
coincidente, Mar Esquembre defendió que "concurrían las
circunstancias extraordinarias para aplicar el artículo 116 CE de la ley
orgánica que indica que el estado de alarma era el idóneo". En cuanto a
las limitaciones de derechos, la jurista y docente, recordó que "en una
primera etapa las restricciones han sido muy fuertes" y que coincidirían
con un estado de excepción, pero "estas restricciones se han ido
suavizando con el tiempo". La jurista expresó que en la legislación actual
no existían alternativas y que esta situación “obligará a cambiar la
legislación actual”. En cuanto a
prorrogar el estado de alarma, Esquembre defendió que “está justificado hasta
que se puedan dar las condiciones de garantizar la seguridad sanitaria a nivel
colectivo".
Por su parte, Carlos
Flores puso
en duda la idoneidad del mecanismo adoptado por el gobierno. "El hecho de
que el estado de alarma cuadre con la situación no contraviene que pudieran
haberse adoptado otras medidas diferentes como es el estado de excepción, que
también se hubiera adaptado a la pandemia. En opinión del catedrático, "ante
la emergencia había que adoptar la situación menos restrictiva que en un
principio parecía que era el estado de alarma, sin embargo, las continuas prorrogas
han puesto limitaciones que van más allá del estado de alarma. Por ejemplo, el
estado de alarma permite limitar la movilidad en horas y lugares determinados, pero
el decreto introducía una restricción generalizada. No teníamos un principio de
libertad con una serie de excepciones sino unas restricciones con ciertas dosis
de libertad". Para Flores, durante el estado de alarma se han suspendido
de facto derechos fundamentales como el de reunión, circulación, manifestación
o culto. "Lo que hemos tenido ha sido una restricción de derechos
conmensurable con la que hubiera sido un estado de excepción, pero con la apariencia
del estado de alarma camuflado”. Así, el catedrático y director de la revista Cuadernos Constitucionales se mostró
contrario a prorrogar el estado de alarma más allá del 7 de junio debido a que
“no se dan las causas para mantenerlo y, centralizar el control, es
complicar el funcionamiento del sistema sanitario que está cedido a las
comunidades".
En esta misma
línea, Ana María Aba Catoira mantuvo que la gravedad de la situación obligaba a tomar medidas,
pero que, en su opinión, "si nos atenemos a la Constitución se nos habla
de crisis sanitaria, una crisis de tal calado supera con mucho una crisis
sanitaria. Esto pone de manifiesto la necesidad de adecuar nuestro ordenamiento
jurídico. El legislador español no ha sabido adelantarse y tener una respuesta
jurídica adecuada".
La profesora de Derecho Constitucional
coincidió con Carlos Flores en la extralimitación de derechos y libertades que
ha llevado aparejada el estado de alarma. "La norma no avala estas suspensiones
que encajan más en un estado de excepción, pero la excepción tampoco encaja en
una pandemia", ha manifestado. Catoira tampoco se mostró partidaria de
mantener el estado de alarma y abogó por aplicar otras leyes. "La ley
sanitaria contempla medidas para gestionar la crisis sanitaria a día de hoy y
más teniendo en cuenta que las competencias son de las comunidades autónomas
que son las más idóneas para gestionar la situación actual". Además de la legislación sanitaria, la jurista
señaló también la Ley de Seguridad Nacional "a la que si se podía recurrir
para limitar los movimientos de ciudadanos". Catoira se mostró además muy
firme en reivindicar “la transparencia frente al ciudadano y que no es de
recibo que en una situación tan grave no haya funcionamiento de las Cámaras".
La jornada online se enmarca
en las Masterclass que la Universidad Internacional de Valencia desarrolla para
sus alumnos y la sociedad en general, analizando y debatiendo temas de
actualidad desde distintas perspectivas y enfoques; tanto académicos como
profesionales.
Sobre
la Universidad Internacional de Valencia
La Universidad
Internacional de Valencia es
una de las principales universidades online del mundo hispanohablante. Cuenta
con más de 12.000 alumnos de 72 nacionalidades diferentes, un profesorado con
más de 900 docentes que en su mayoría, combinan su actividad profesional con la
académica, y más de 3300 convenios para prácticas y colaboraciones. La
Universidad Internacional de Valencia forma parte de Planeta Formación y
Universidades, una de las redes internacionales de instituciones educativas más
importantes del mundo, con más de 100.000 estudiantes de más de 114
nacionalidades, y presente en Europa, América y norte de África.
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