Pau March. EPDA Sabían los vecinos que en el corazón del Barrio de los Dolores había una fábrica abandonada desde hacía 5 años? ¿Sabían que entre los residuos de esa fábrica existían amianto y bidones de ácido? ¿Sabían que ambos materiales son potencialmente peligrosos?
Cuántas preguntas y cuántas pocas respuestas por parte del Ayuntamiento de Moncada. Desde que la antigua empresa Nayes cerró los bancos asumieron la propiedad del inmueble. 5 años sin actividad, pero con mucho material de valor para los saqueadores. 5 años en los que el gobierno socialista de Amparo Orts hizo caso omiso a los escritos de la Asociación de Empresarios de Moncada y a los vecinos del Barrio de los Dolores. ¿Qué necesitaba este gobierno para despertar? Una situación de «extrema peligrosidad», como afirmaba el concejal de urbanismo, Agustín Sales, en prensa esta semana. La estructura colapsó y los muros cedieron hacia dentro de la fábrica y también hacia la calzada, por la que habitualmente transcurren vehículos y viandantes en sus marchas de paseo y de running. Afortunadamente, no ha habido que lamentar heridos.
Ahora bien, quienes representan una peligrosidad extrema para este municipio son los nueve ediles del PSOE. Por su falta de previsión, por su anquilosamiento para gestionar y por su poca capacidad de reacción.
Han tardado 5 años, hasta noviembre de 2019, en iniciar los trámites para declarar la ruina y proceder a la ejecución del derribo por parte de los propietarios. Justo ahora que el amianto y los bidones con residuos tóxicos están esparcidos por todo el solar, a escasos metros de las viviendas. Lo que en su día fue una empresa que daba trabajo a muchos vecinos de Moncada, se ha convertido en un cementerio de chatarra en el que los ladrones ya no han de superar vallas y romper cadenas para acceder. Tan solo entrar, servirse y salir.
Y ahora, ¿cuánto tiempo tendremos que esperar para que los vecinos del Barrio de los Dolores tengan una solución? ¿Meses? ¿Años?
La Alcaldesa y su equipo vuelven a llegar tarde y mal. Por eso hemos pedido que las mismas explicaciones que nos han dado a nosotros en comisión informativa, las hagan extensivas al conjunto de los ciudadanos. Que se reúnan con todos los colectivos implicados, empresarios y vecinos y esclarezcan cuál es su camino a seguir. Y por último, que no se salgan ni un centímetro de la legalidad en sus actuaciones. Dada la situación de “extrema peligrosidad” que ellos mismos han acuñado, debemos velar por la seguridad tanto de los trabajadores que intervengan en la zona, como de los vecinos que están a muy pocos metros de los restos de la fábrica.
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