"Anem a curar el món",
ese es el eslogan elegido este año por los 300 niños y educadores de los dos
centros júnior de Puçol, Apocalipsis y Caminar (pertenecientes a las parroquias
de Santa Marta y los Santos Juanes), para crear una falla conjunta en la que
todos han aportado su trabajo.
Durante la mañana del
sábado 9 de marzo, mientras unos montaban la falla y otros preparaban las
paellas o la carne torrà, los más pequeños disfrutaban de todo tipo de juegos
en la plaza del País Valencià. Era la única ocasión en que se juntaban los dos
centros para organizar actividades conjuntas y había que aprovechar a fondo el
día.
Tras la comida y la
Eucaristía, que este año se celebró en los Santos Juanes, por la tarde tocaba
la merienda y la cremà. Luego, como cierre, los educadores participaron en una
oración y una cena conjunta.
“Hemos trabajado en torno
a 300 juniors en la creación de la falla, contando los alumnos y los educadores”,
recuerda Marta Gimeno, la presidenta de Apocalipsis. “Con nuestra falla y su
eslogan <Anem a curar el món> queríamos hablar de la pobreza, la crisis y
los medios de comunicación, de ahí ese hospital central y las camas que sobresalen
y tienen como enfermos a esos elementos que queremos curar para que el mundo
funcione mejor”.
Aunque la falla se
disfruta en un solo día, en realidad lleva mucho trabajo conjunto durante
semanas y para sacarlo adelante se organizan comisiones que se ocupan hasta del
más mínimo detalle: de las mesas para la comida a las sillas, de la plantà, de
la merienda e incluso de la Eucaristía.
“Compartimos ambos centros
monitores en cada comisión y, a su vez, cada comisión cuenta con chavales de
las dos parroquias”, explica David Pérez, presidente de Caminar. “Según sus
edades, cada grupo de alumnos trabaja en uno de los muñecos, pero todos
colaboran en la creación de la falla. Lo importante es disfrutar de la falla
juntos el único día en que nos reunimos”.
La afirmación es cierta:
sólo se reúnen una vez al año. Excepto éste.
Los juniors volverán a
unirse este curso en otra ocasión, será el 27 de abril en el colegio concertado
Virgen al Pie de la Cruz, pero Apocalipsis y Caminar no estarán solos, sino acompañados
por los juniors de Albalat, Foios, Tavernes Blanques, Meliana y todos los de
las parroquias del Arciprestazgo de Santa María del Puig: unos 800 peques que disfrutarán
de su fiesta conjunta, el Día Júnior.
Luego, de cara el verano,
también compartirán días de campamento, aunque David y sus monitores lo harán
en Orea (Guadalajara) junto con los juniors de Caminar, mientras que Marta y
los chicos de Apocalipsis estarán en Alarcón (Cuenca).
Y volviendo a la Falla
Júnior, un pequeño reconocimiento final.
Desde las 10 de la
mañana, en que se inició la plantà, hasta las 8 de la tarde, en que los últimos
rezagados tras la cremà decidieron volver a casa, la plaza del País Valencià
estuvo cerrada al tráfico para garantizar la seguridad de los 300 participantes
y sus familias: cortar calles, desviar tráfico, cuidar de los menores en cada
momento, sobre todo en la cremà, evitar que el fuego dañara las fachadas
cercanas... y finalmente recoger la arena y los restos de la fiesta.
De todo ello se ocuparon
cuatro colectivos que normalmente no llaman demasiado la atención (pese a que
sus uniformes son naranja o amarillo fluorescente, en fin, nada discretos). Y
eso es bueno, porque si su trabajo pasa desapercibido es que todo ha ido bien.
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