Fernando Giner. EPDA Hablar de Valencia es hablar de Fallas. Valencia es pólvora, es tradición, es música, son casales, es ofrenda y nuestros exuberantes y reconocidos mundialmente monumentos falleros, elaborados por artistas que trabajan un año entero para hacernos soñar unos días. Hablar de Fallas, es hablar de unas fiestas que son Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, las llevamos en corazón, son nuestra carta de presentación a nivel internacional, reciben miles de visitantes cada año, y por ello, necesitan ser bien gestionadas.
Estos últimos cuatro años, Ribó ha hecho una gran exhibición de su modelo de ‘no gestión’ en ámbitos tan esenciales para Valencia como la movilidad, la limpieza y también las Fallas. El alcalde ha demostrado que no ha venido para mejorar Valencia, sino para tratar de imponernos su ideología siempre que ve la oportunidad. ¿Se acuerdan de la polémica encuesta fallera?
En el grupo municipal Ciudadanos pensamos que es incomprensible que no se haya impulsado la marca ‘Fallas de Valencia’. ¿Cómo Ribó no ha tratado de proyectar, proteger y convertir las Fallas, tras su reconocimiento por la UNESCO, en una experiencia para vivir los doce meses del año, bajo el marco de una marca? Es inverosímil, pero no lo ha hecho, y yo me comprometo a que será un proyecto que, desde Ciudadanos, impulsaremos si los valencianos nos dan su confianza en las elecciones municipales del 26 de mayo.
Hoy en día, las empresas implicadas en el mundo fallero realizan promociones o patrocinios, en su gran mayoría, porque las comisiones se esfuerzan en conseguirlos. En ningún caso las instituciones han acompañado el esfuerzo de estas comisiones o han realizado estudios de marketing para conocer la rentabilidad real de sus acciones. De hecho, las fiestas falleras tienen un notable impacto económico, pero todavía oficialmente desconocemos sus datos porque el Ayuntamiento de Valencia sigue sin terminar el documento.
Otro de los objetivos de la marca ‘Fallas de Valencia’ debe ser desestacionalizar la fiesta fallera. Si queremos enseñar al turista nuestras Fallas no solo debemos circunscribirnos a unos pocos días de marzo. Desestacionalizar implica ofrecer a nuestros turistas una experiencia única. El Museo del Artista Fallero y el Museo del Ninot son activos culturales de la ciudad de Valencia que ningún otro destino del mundo podrá nunca copiar. Pero no deberían tratarse como almacenes de ninots amontonados, apostemos por generar el deseo de viajar hasta el corazón y la esencia de una fiesta singular, emocionante y llena de tradición.
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