Hugo Morte. EPDA Unas Fallas en 2021 seguras y adaptadas, son posibles. Con acompañamiento institucional, adhesiones de la sociedad civil y con sensibilización a través de campañas de difusión. Sin paliativos y desde ya. La continuidad de muchos sectores productivos, vinculados a las Fallas está en juego, peligran o pueden desaparecer. Los falleros necesitamos cerrar un ciclo y empezar otro, está en nuestro ADN, de lo contrario, el descenso de censos continuará. Necesitamos nuestras rutinas, una normalidad adaptada y estabilidad emocional. Tenemos una sociedad que está sufriendo psicológicamente con la denominada fatiga pandémica y a diario se producen casos espeluznantes.
Planificar y contemplar diferentes escenarios según coyunturas. Siempre respetando a las autoridades sanitarias y las normas del momento. Los recurrentes y denominados Plan A, B, C...Z.
Debemos tomar consciencia que las Fallas celebradas hasta ahora, no son posibles de momento, a partir de ahí todo será más fácil. Este es el punto de partida, para construir unas maravillosas y únicas Fallas 2021.
Imaginad una ofrenda como siempre la hemos celebrado, pero añadimos la variable, distancia de seguridad. El movimiento de las comisiones ya es ordenado y controlado, por la propia naturaleza del acto. Por otra parte, las autoridades controlan el aforo y las muchedumbres. Como apuntaba mi gran amigo Miguel Prim, las nuevas tecnologías deben estar al servicio de la ciudadanía para controlar los flujos de personas y evitar las aglomeraciones. Tenemos un ejemplo, en la Fiesta de los Patios en Córdoba, donde la Policía Nacional utilizó drones para controlar dichos aforos., entre otras medidas muy interesantes.
Poder disfrutar de una entrega de premios y visitas de cortesía a las diferentes Fallas desde la descentralización propia de la fiesta.
Deleitarse con la plantà y una celebración de la cremà de carácter interno y privado en cada comisión.
Unión, creatividad, trabajo en equipo de todos los agentes sociales implicados, es decir, Fallas, instituciones, sociedad civil, autoridades y las autoridades sanitarias que nos marquen las normas, nosotros haremos el camino.
Al andar se hace el camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar
O trabajamos como colectivo, o moriremos como individuos.
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