Segorbe 1989. Luis Clemente ( a la derecha del alcalde Luis Pedro) entrega a la ciudad diez acuarelas con las que ilustró el programa de fiestas Hacía tiempo que se echaba de menos. ya no se veía por
Segorbe, en alguna de sus escapadas estivales que realizaba para estar al lado
de su familia y con sus amigos. Y las circunstancias habían ocultado la triste
noticia de su fallecimiento; ocurrió el pasado 29 de febrero, en Francia, el país
que lo acogió y en el que forjó su actividad artística. Un infarto de miocardio
fue la causa.
Luis Clemente (Segorbe, 1935)
era un pintor de vocación, acuarelista, que a los 25 años y por falta de
trabajo tuvo que marcharse a Francia para intentar abrirse paso en el difícil
mundillo del arte y dicen que lo consiguió como muestran algunos premios y
galardones obtenidos en el país vecino (Primer Premio de los Artistas en el
Salón de Artes Plasticas de Chateau Arnoux, el segundo premio del Salón de Arte
y Creación de Volonne, el Primer Premio Oro en el mismo salón de una edición
posterior, el primer premio del Centro Elsa Triolet y del Salón Internacional
de Port Bouc…) así como numerosas exposiciones en París, Lyon, Grenoble y
también en Alemania. Una de sus obras también fue elegida en un Concurso
Internacional de la Comunidad Europea para ser impresa y expuesta en todas las
exposiciones internacionales organizadas por la C.E.
En Segorbe se descubrió en
agosto de 1987 con una exposición sobre temas de su ciudad natal ‘Rincones de
mi pueblo’, entremezclados con alguna marina y algún paisaje francés, que
estuvo montaba en la biblioteca pública municipal –hoy Oficina de Turismo-.
Gustó, tanto que el
Ayuntamiento le encargó en 1988 ilustrar el programa de fiestas de dicho año
como así lo hizo, y generoso como nadie donó las diez acuarelas originales al
Ayuntamiento en un acto que tuvo lugar a finales de septiembre de 1989 en el
salón de sesiones de la casa consistorial y en presencia de la corporación
municipal en pleno presidida por Luis Pedro Martín.
Su muerte no ha sorprendido a
los que conocían su enfermedad, pero no por ello ha sido menos sentida. Tenía
84 años.
Descanse en paz.
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