Joan Molina, el mítico D. Miquel de l"Alqueria Blanca. Joan Molina… No sé si este nombre te dirá algo… no sé si entra en aquello de no me suena… no sé quién es, o por el contrario, sí que sabes quién es. Si te digo que es D. Miquel, el alcalde de L´Alqueria Blanca, seguro que esbozas una sonrisa en tus labios, o arrancas en una solemne carcajada.
Ayer y hoy han sido dos días muy tristes, Joan nos ha dejado, se ha ido para siempre… una enfermedad justiciera le ha pedido cuentas en un momento inesperado. Ayer por la mañana recibía el mensaje: “Joan nos ha dejado hacia la medianoche… con un fuerte abrazo para todos y deseándonos la mejor de las vidas”. Joan era así de generoso, de gentil, de afectuoso, porque hasta en la hora de su muerte quiso abrazarnos a todos, fue el testamento que Lourdes su mujer nos declaró en un momento tan intenso.
Y así se fue, ligero de equipaje, emocionado, pensando en todo el bien que había hecho en su vida, recordando lo bueno de su legado, y sobreviviendo a la adversidad que supone dejar esta bendita tierra que te ha visto nacer, crecer y morir… Joan se ha ido… queda su recuerdo difícil de olvidar, quedan sus gestos imborrables de amistad, y sobre todo nos queda el cariño de su esposa y de su hijo el pequeño Sergi, que ya es un hombre.
Esta mañana en el tanatorio, durante su sencilla despedida, parecía que se estaba rodando un nuevo episodio de la recordada y conceptuada como un fenómeno de masas “L'Alqueria Blanca”, pero no era un episodio normal, era un episodio cargado de sentidos sollozos, era un lamento silencioso con los ojos cerrados mirando el infinito, o lo más bonito, era una fusión de corazón a corazón con esa imagen de la cara de Joan, natural, sonriente y amistosa que proyectada sobre el cristal que separa lo mundano con lo eterno nos ofrecía nuestro buen amigo Joan. En la intimidad, entre amigos, entre artistas de Valencia, le hemos dicho hasta siempre Joan, hasta siempre DON MIQUEL…
Tonet, Blanca, Ferri, Jaume, Asun, Don Miquel, Teresa, Dora, el Tio Pep…, todos, todos han acudido en la mañana de este domingo otoñal a darle ese abrazo cargado de amor a la familia de un hombre que a través de la pequeña pantalla entró en nuestras casas, se adueñó de nuestros corazones y nos tuvimos que fusionar por la fuerza del cariño transmitido, seguidores de las gestas que cada domingo nos presentaban. Parecía que de un momento a otro íbamos a oír la voz de Joan increpando a Tonet: ¡vols callar!
Pero no, no oímos su voz, una entrañable canción abrió para Joan las puertas de la nueva vida, una entrañable canción nos hizo estremecer viviendo el hasta siempre. Queda Lourdes, queda Sergi… es imposible olvidar tanto amor, es imposible que el tiempo sepulte la historia, es imposible que Joan os deje solos. Joan te sentimos cerca, sentimos tu paz a nuestro lado y lo que es mas grande, presentimos que la historia te hará justicia, esa justicia que en este mundo es difícil encontrar, porque los artistas, ARTISTAS COMO TU, NO MUEREN NUNCA, porque en nuestros corazones siempre queda un espacio muy grande para el recuerdo de aquel que se despidió con un abrazo deseándonos lo mejor para nuestras vidas.
Gracias Joan, por tanto amor. Gracias Lourdes y Sergi, por ser sus testigos y hacérnoslo llegar a los que de corazón estamos a vuestro lado.
Joan no está, pero su recuerdo durará hasta la eternidad, descansa en paz buen hombre, disfruta de tu nueva vida, pues te mereces estar en el mejor sitio, por tu excelencia y por lo que nos has hecho disfrutar mientras fuiste nuestro, mientras estuviste a nuestro lado.
¡Un abrazo familia!
(José Salvador Murgui es cronista de Casinos y miembro de la RACV)
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