Vicente Lafuente, presidente de FEMEVAL y Alejandro Soliveres, secretario general de FEMEVAL. Foto EPDA“La recuperación económica
de la Comunidad Valenciana sólo es factible con el fortalecimiento de la
industria. Y la solución la debemos encontrar nosotros como federación, porque
las empresas nos ven como la única herramienta que les queda frente a la
Administración, sin esperar que tanto la clase política como el sistema
financiero tomen la iniciativa”.
Así lo ha señalado el
presidente de la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (FEMEVAL),
Vicente Lafuente, en la presentación del Plan Industrial para el Sector del Metal de la
Comunidad Valenciana (2013-2017)” que
está elaborando esta patronal. Una iniciativa que contempla un análisis y diagnóstico
exhaustivo de la situación del sector y sus empresas, define el nuevo escenario
en el que deberán desenvolverse, y formula unas líneas maestras de actuación, a
corto y medio plazo, para apoyar al sector y que las empresas deben asumir
también como prioritarias en sus estrategias.
FEMEVAL, que ya tomó las
riendas en la definición de la anterior Estrategia de Política Industrial
(EPI), volverá a solicitar al Consell que incluya estas medidas en la EPI
Comunidad Valenciana Visión 2020 que presentó el pasado lunes, ya que su
adopción determinará el mantenimiento y mejora del sector económico más
productivo, más innovador, menos especulativo, de mayor generación de empleo
cualificado y de relaciones intersectoriales, y el más exportador y abierto a
los mercados globales.
“Seguimos
insistiendo. Queremos sumar y colaborar con la Administración en la toma de
decisiones que afectan al clúster metalmecánico de la Comunidad Valenciana. Deben escucharnos. Nuestra
experiencia nos avala y la proximidad y conocimiento de nuestro sector nos
garantiza que las soluciones que aportamos son eficaces, coherentes y efectivas”,
ha señalado Lafuente.
Efecto de arrastre sobre el resto de sectores productivos
FEMEVAL
ha dibujado el escenario que avala la confección de esta propuesta. En primer
lugar, el metal es la columna vertebral del tejido industrial y, por tanto,
clave en cualquier estrategia de crecimiento y de empleo. La industria, servicios,
venta y reparación del automóvil y comercio del metal suman un total de 27.368
empresas -un 99,8% de ellas PYMES- que ocupan a 151.600 personas, lo que
representa el 8% del total de empresas de la Comunidad y el 8,6% del empleo.
En el caso de la industria metalmecánica, la ocupación
alcanza el 24,5% del empleo industrial con 72.800 trabajadores. De estos, un
59% son directos y un 41% indirectos, y cuenta con una antigüedad media de las
plantillas de 15 años. La productividad media por trabajador es de 143.000
euros. La industria del metal es el principal sector manufacturero por
contribución al PIB con un 24,9%, genera casi el 35% del total de exportaciones
de la Comunidad Valenciana y los gastos en innovación ascienden a 172 millones de
euros, esto es el 22,4% de los realizados por empresas con sede en la
Comunidad.
Sus 5.091
empresas suponen el 19,7% del total de empresas industriales de la Comunidad
Valenciana, y ejercen un considerable efecto de arrastre sobre el resto de
sectores productivos, ya que de ellas depende en gran medida su crecimiento y desarrollo.
Señalar que un 81% son PYMES familiares, un 13% multinacionales de capital
nacional y el 6% restante de capital extranjero.
Por su
parte, el sector se encuentra inmerso en una situación convulsa impregnada por una
interminable crisis económica y financiera, una inestabilidad geopolítica y una
ingobernabilidad de las Administraciones públicas. A lo que se suma la emigración
de trabajadores altamente cualificados, la pérdida de confianza en las
organizaciones y entidades, el incremento de los costes medioambientales y el desmantelamiento
paulatino de la red valenciana de apoyo a la I+D+i. Factores que están
provocando una fuerte contracción de las empresas y están obligando a la
búsqueda de nuevos mercados, así como otras formas de producción basadas en la
flexiseguridad y en una mayor apuesta por la formación como factor clave de
crecimiento.
“Este argumentario
hace indiscutible la necesidad para FEMEVAL de plantear la elaboración de un
Plan Industrial para el Sector del Metal de la Comunidad Valenciana, como una
hoja de ruta a cinco años vista que contribuya a un futuro económico de
crecimiento sostenible”, apunta Lafuente.
Estrategias a corto y medio plazo para la industria del metal
El Plan
Industrial del Metal de la Comunidad Valenciana (2013-2017) de FEMEVAL ha
contado con una amplia participación de empresarios y empresas para dotarle de
una mayor consistencia y proximidad. Su objetivo: alcanzar una mayor
participación del sector industrial en el PIB valenciano; un crecimiento del
peso del metal en la generación de valor de la economía valenciana y de empleo
estable y de calidad; y ser un estímulo para las empresas para ganar
competitividad.
Este Plan guarda coherencia con los principios y
objetivos de la Estrategia Europea Horizonte 2020, que, a su vez, se reflejan
en el Plan Integral de Política Industrial 2020 del Ministerio de Industria y
con la Estrategia de Política Industrial de la Comunidad valenciana “EPI Visión
2020”.
En él se establecen a priori cinco
actuaciones a corto y medio plazo:
1. Potenciar el crecimiento empresarial, para que las
empresas ganen en dimensión mediante fórmulas de cooperación empresarial o
crecimiento endógeno. Según el diagnóstico
de FEMEVAL, el tamaño reducido limita la capacidad de las empresas para acceder
a financiación, acometer actividades de internacionalización o I+D+i, invertir
en maquinaria o sistemas de gestión empresarial o atraer y retener el talento. Como
solución se propone aumentar su tamaño, tanto por la vía de las fusiones como
de la cooperación mediante los diferentes
instrumentos existentes, como los proyectos consorciados en I+D+i, las misiones
conjuntas en internacionalización o las acciones de formación que ofrece
FEMEVAL.
2. Valorar a las personas como factor de éxito
empresarial, propiciando la incorporación y retención del talento. FEMEVAL apuesta por mostrar al sector como lo que es,
un sector que ofrece empleo estable y de calidad, con oportunidades e
innovador. Para ello, se debe fomentar y facilitar el talento a las empresas, cooperando con los centros de formación, tanto secundaria
como universitaria, así como promover la retención del talento entre las
empresas, mostrando las herramientas que para ello existen.
3. Realizar un programa de diversificación de nuevos
mercados tecnológicos y geográficos. Las
empresas, sobre todo las de menor tamaño, concentran sus clientes en el mercado
nacional, suelen estar especializadas en un tipo de proceso o tecnología, y
concentran sus exportaciones en la Unión Europea. Por eso tienen que detectar nuevas aplicaciones y necesidades que pueden
satisfacer con su tecnología, ampliando sus mercados. También deben avanzar
en el proceso de internacionalización, ya sea ampliando mercados exteriores en
las que ya exportan, o facilitando el proceso a las que están empezando. Para
ello, es necesario que fomenten sus capacidades internas (idiomas, conocimientos
de comercio exterior, etc.), así como una cooperación efectiva en el proceso de
internacionalización (misiones conjuntas, alianzas, etc.)
4. Incorporar y desarrollar tecnologías y sistemas de
gestión avanzada, con especial incidencia en las empresas de menor tamaño. Todas las empresas han realizado un notable esfuerzo
inversor para adquirir las tecnologías y procesos productivos necesarios para
desarrollar sus actividades. Y este proceso debe continuar, para lo que se tiene
que facilitar la inversión en renovación de
maquinaria. También se deben estimular las
actividades de I+D+i y la colaboración entre los centros de investigación y las
empresas. Por su parte, las empresas, especialmente las PYMES, deben avanzar en la adopción de sistemas de gestión, como el
Lean Manufacturing o los sistemas de gestión comercial.
5.
Fortalecer el
asociacionismo empresarial, y en concreto, la participación directa de FEMEVAL
en la gestión de las anteriores cuatro líneas estratégicas. FEMEVAL se compromete a crear y desarrollar las
condiciones y herramientas necesarias para alcanzar con éxito los objetivos de
este Plan Industrial. Para ello, continuará apoyando
a las empresas y a los emprendedores que inicien sus actividades en el sector,
reforzando sus actividades de innovación y de
gestión empresarial. También debe erigirse
en el
interlocutor ante la Administración autonómica en materia de política
industrial y de fomento de la competitividad empresarial del sector en la Comunidad
Valenciana. Otro reto pasa por fortalecer la
gestión del sistema
de formación profesional para el empleo y participar activamente en la FP dual, para las ramas
técnico-industriales, como punto de unión entre los Centros Formativas y las PYMES
del sector.
Plan Estratégico de FEMEVAL 2013-2016
El
diseño de esta hoja de ruta para el metal forma parte de las líneas de actuación
del Plan Estratégico 2013-2016 de FEMEVAL, un periodo clave para conseguir el
fortalecimiento institucional de la federación, garantizar la adecuación de sus
servicios a las necesidades de sus asociados y lograr una autonomía financiera.
FEMEVAL formula este modelo
de gestión cada cuatro años desde 2001 (fecha en la fue pionero en la
implantación de este sistema) para asegurar la excelencia y mejora continua de
los servicios, y avanzar en una cultura organizacional moderna que le permita
ganar en eficacia, por medio de un sistema de gestión integral y un uso
eficiente de los recursos.
Para definir los ejes y
acciones estratégicos a desarrollar en esta etapa, ha realizado un análisis
previo de la situación del entorno y del sector, del que ha extraído un pronóstico
de los escenarios verosímiles en los que se desenvolverá su actividad en
los próximos años, y que ha servido también como base para la confección de las
medidas del Plan Industrial.
Este horizonte pasa por un cambio
del modelo de crecimiento económico y del peso específico de los factores de
competitividad a favor del diseño, la I+D+i, la cooperación,
internacionalización, productividad, formación, flexibilidad y eficiencia
energética. También requieren de un enorme esfuerzo para recomponer la I+D+I en el tejido empresarial del sector
en la Comunidad Valenciana.
Por
su parte, la nueva situación exigirá de empresarios, directivos y trabajadores
más profesionalizados y se reforzará el carácter de la formación como factor
clave de crecimiento. Asimismo, las empresas demandarán, cuantitativa y
cualitativamente, de mejores servicios (información, formación, orientación,
etc.), y esto conllevará una mayor exigencia a los entes intermedios y a sus
dirigentes y técnicos.
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