Tras
el incendio acontecido este martes en el Polígono Industrial de
Rafelbunyol, la gerente de la Asociación de Empresarios de esta área
industrial, Elena Álamo, ha recordado que es “el segundo que se
produce en menos de un año, aunque el anterior fuera de menor
intensidad, pero el quinto acontecido en los últimos años”. Alamó
añadió que dicho incendio, que “pudo tener unas consecuencias
mucho peores, ha provocado problemas no sólo por lo aparatoso del
mismo, sino porque mantiene incomunicadas a día de hoy (sin
telefonía ni internet) a varias de las casi 200 empresas instaladas
en el polígono”.
El
gerente de la Federación de polígonos Empresariales de la Comunitat
Valenciana, Diego Romá, ha lamentado que “las administraciones
públicas siguen sin desarrollar el esfuerzo necesario en prevención
para que las áreas industriales estén dotadas de planes de
seguridad integral que permitirían hacer frente, con mayores
garantías, a este tipo de amenazas”. Romá recordó que “las
empresas hacen sus deberes de puertas para adentro y las asociaciones
de empresarios ofrecen toda su colaboración, pero necesitamos que la
administración ponga los medios, porque las áreas industriales de
la Comunitat no están preparadas para determinadas situaciones de
emergencia”.
Los Planes de
Seguridad Industrial, protocolos que Fepeval viene reivindicando
desde hace años, suponen un estudio y valoración de todas las
amenazas y riesgos que pueden existir teniendo en cuenta la
singularidad específica de cada área empresarial. “No sólo se
trata de planes para actuar ante contingencias como incendios, sino
que se desarrollan en función del análisis previo que se haga de la
zona y puede abarcar amenazas como inundabilidad, robos, seguridad
vial o vandalismo entre otros. Una vez estudiados cada uno de estos
riesgos asociados al contexto específico de la zona industrisal, se
desarrollan los pertinentes planes de acción estratégicos para cada
una de estas amenazas.
En este
sentido, el responsable de seguridad de Fepeval, Antonio Molina,
recuerda que “si no se registran las amenazas, no se generan
estrategias para evitar que puedan ocurrir estas amenazas. Si no hay
datos, no se es consciente del peligro que existe por lo que no se
toman medidas”. Para Molina, “debemos hacer un esfuerzo mucho
mayor en el análisis de la situación de nuestras áreas
industriales porque se está asumiendo como normal el hecho de que
esporádicamente puedan ocurrir incendios y no se están tomando las
medidas para evitar que sucedan o almenos para mejorar la respuesta a
los mismos”.
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