“Cuando un niño enferma saber reconocer qué síntomas requieren la visita a urgencias es siempre una de las principales preocupaciones de los padres, que puede, incluso, dar lugar a situaciones de estrés o momentos angustiosos. La fiebre, la tos, las infecciones respiratorias, los accidentes y los problemas intestinales, son, por este orden, las cinco causas más frecuentes de consulta.
Una de cada cuatro consultas a Urgencias Pediátricas del Hospital de Manises está motivada por la fiebre, aunque la mayor parte de las infecciones febriles son sólo un síntoma de un proceso benigno. “Lo importante es estar atento a las señales de alerta que la acompañan como intranquilidad, vómitos repentinos, dificultad al respirar o, en algunos casos, convulsiones”, explica la doctora Inés Costa, jefa del Servicio de Urgencias Pediátricas de este centro sanitario. s muy importante estén atentos a las ‘petequias’, puntitos rojos que aparecen asociados a la fiebre y que pueden manifestar otras enfermedades más graves. En bebés menores de tres meses la fiebre siempre será un motivo de visita al especialista.
Es en los meses de invierno cuando las infecciones respiratorias agudas adquieren un mayor protagonismo en las salas de urgencias, en concreto, la tos. “La persistencia de la tos genera inquietud en los padres, a pesar de que habitualmente tiene escasa gravedad”, tranquiliza la la doctora Inés Costa.
Accidentes infantiles
Otro episodio muy frecuente en las Urgencias Pediátricas son los accidentes infantiles como los traumatismos en los que hay que vigilar si existen alteraciones en el comportamiento del pequeño como variación de la consciencia, somnolencia, vómitos repetidos o cualquier comportamiento extraño. Otro accidente habitual es la ingesta de medicamentos o productos de limpieza “ante lo que recomendamos no administrar ningún remedio por cuenta propia, llamar al centro toxicológico (buscar el teléfono en el etiquetado del producto) y seguir sus recomendaciones; a veces es necesario acudir de inmediato al servicio de Urgencias, siendo muy útil tener el envase del producto ingerido a mano, recomienda la doctora Costa.
La mayoría de las veces la diarrea es un proceso producido por un virus, de curación en pocos días, sin precisar más tratamiento que la evitación de la deshidratación mediante sales de rehidratación oral administradas poco a poco. “El vómito es uno de los síntomas más frecuentes en pediatría”, afirman desde la Unidad de Urgencias Pediátricas del Hospital. Es fundamental vigilar que el niño esté hidratado y controlar el número y su duración.
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