Parte del equipo de Florida Universitaria. EPDA Florida Universitària
quiere aportar su granito de arena en la lucha contra la pandemia del
coronavirus. El centro está cerrado pero sus recursos materiales y
humanos se han movilizado para afrontar un nuevo reto: ayudar a frenar los contagios del COVID-19.
Para ello, el área de Ingeniería de Florida Universitària ha dado un uso social a las tres impresoras 3D de que dispone. Ahora están a pleno rendimiento fabricando cerca de 30 pantallas
diarias de protección que sirven de complemento a los EPIS del personal
sanitario que está más expuesto a un posible contagio. El técnico
responsable de talleres y laboratorios del área de Ingeniería, Santiago Muñoz,
coordina la fabricación, los pedidos, recursos, distribución y
logística de las pantallas que se producen con las tres impresoras 3D.
Compañeros
de trabajo, amigos familiares y distintos contactos están haciendo
correr la voz para llegarlas al máximo de profesionales sanitarios
posibles que necesitan protección para atender a enfermos, reduciendo
así los riesgos al contagio. “Acabábamos de hacer un pedido de plástico
para estas impresoras en Florida Universitària,
se decretó el confinamiento y no vimos un mejor uso que ayudar a
quienes ahora están a primera línea de fuego combatiendo esta enfermedad
y necesitan equipos que les protejan”, explica Santiago Muñoz.
Residencias,
equipos de SAMU, hospitales y ambulatorios, principalmente, son los
destinatarios de las pantallas de plástico que elaboran las impresoras
3D de Ingeniería de Florida Universitària.
Desde Picanya, desde el confinamiento en su casa, el profesor de Florida Universitària
fabrica poniendo a pleno rendimiento las dos impresoras 3D para darles
una rápida salida a las pantallas que imprime. Le ayuda uno de los alumnos en prácticas de Ingeniería, Carlos Picazo,
quien también con la otra impresora, desde su casa, se ha coordinado
para producir este producto de protección. Ya han entregado cerca de un
centenar de pantallas repartidas entre el Hospital Psiquiátrico de
Bétera, el Alfa 10 del SAMU de Torrent, la Residencia Los Viñedos de
Utiel, el PAS de Campanar, el IVO, la Guardia Civil de Paiporta y la
Policía de Picanya. Y cada día que pasa, los pedidos aumentan: Gandia, Valencia, Paiporta…
Por
este motivo, viendo la creciente demanda de este tipo de protectores,
Santi Muñoz se ha ofrecido a coordinar a todas las personas que posean
una impresora 3D tanto alumnado, como profesorado y personal de Florida Universitària, así como cualquier usuario de este tipo de impresoras para llegar al mayor número de profesionales.
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