Paula García Estos días he leído uno de esos
artículos interesantes que nunca caen en “saco roto, que merecen ser leídos”. “Cinco poderosos ejercicios para incrementar tu fortaleza
mental” en la revista Forbes online. Me he
permitido hacer una interpretación (no traducción) lo más fiel posible del
documento de la autora del mismo, Amy Morin. Al final de este artículo está en
enlace al artículo original en inglés.
1- Evalúa
las creencias sobre ti mismo: Todos desarrollamos creencias
fundamentales sobre nosotros mismos, de nuestra vida y de nuestro mundo en
general. Estas creencias se desarrollan con el tiempo y dependen mucho de
nuestras experiencias pasadas. Suponiendo que es así, hay que estar alerta con
respecto a estas creencias porque influyen en nuestros pensamientos,
comportamientos y emociones. A veces, algunas creencias de este tipo son
inexactas e improductivas. Por ejemplo, que te creas que nunca conseguirás
éxito en tu vida, probablemente suponga que no solicites nuevos trabajos y, de
forma inadvertida, probablemente no tengas una buena imagen y actitud en las
entrevistas de trabajo.
De este modo, tus creencias se convierten en la
“profecía auto-cumplida”. Hay que identificar y evaluar nuestras creencias
fundamentales. Observa las creencias que sean o todo “blanco” o todo “negro” y
encuentra las excepciones de estas reglas. Muy pocas cosas en la vida son de
verdad “para siempre” o “nunca”. Modifica tus creencias con un propósito más
útil y trabaja duro, porque esto puede cambiar el curso entero de tu vida.
2-Expande
tu energía mental de forma constructiva: Es una pérdida de tiempo “rumiar”
las cosas porque se pierde mucha energía mental por los desagües. Cuanto más
pienses en los problemas negativos que no puedes resolver tendrás menos energía
sobrante para esforzarte. Por ejemplo, quedarte sentado y preocuparte acerca
del pronóstico del tiempo no es útil. Si una gran tormenta se avecina
preocuparte no la evitará. En cualquier caso, es mejor prepararse para cuando
llegue.
Céntrate en lo único que está bajo tu control. Conserva la energía de
tu mente en tareas productivas, como resolver problemas o conseguir tus
objetivos. Cuando tus pensamientos no son productivos, haz un esfuerzo
consciente para cambiar tu energía mental hacia temas más productivos. Cuanto
más practiques, más incrementará la energía mental productiva y sabia, hasta
que se convierta en un hábito.
3-
Reemplaza los pensamientos negativos por pensamientos productivos: A pesar de
que muchos de nosotros no pensamos mucho sobre nuestros pensamientos,
incrementando nuestra consciencia sobre los pensamientos habituales nos dan
pruebas útiles para construir nuestra resistencia o resiliencia. Los
pensamientos negativos exagerados o sobre dimensionados, como por ejemplo “yo
nunca podré hacer nada bien” te mantienen alejado del desarrollo de todo tu
potencial.
Transforma los pensamientos negativos antes de que ellos se conviertan
en una espiral fuera de control e influyan en tu comportamiento. Identifica y
remplaza todos los pensamientos negativos por pensamientos que sean más
productivos. Los pensamientos productivos no necesitan ser extremadamente
positivos, pero deben ser realistas. Un buen pensamiento equilibrado podría
ser: “Tengo algunas debilidades, pero también tengo muchas fortalezas”. Cambiar
tus pensamientos requiere una constante revisión y este proceso puede ser
un instrumento para ayudarte a convertirte en la mejor versión de ti mismo.
4- Practica
la “tolerancia a la frustración”: Ser mentalmente fuerte no
significa que no experimentes emociones. De hecho, la fortaleza mental requiere
que te vuelvas activamente consciente de tus emociones, así podrás elegir la
mejor opción con la cual responder a esas emociones. La fortaleza mental se
trata de aceptar tus sentimientos sin que ellos te controlen. La fortaleza
mental también implica entender cómo o porqué te comportas de forma contraria a
tus emociones. Por ejemplo, si tu ansiedad te impide probar cosas nuevas o
aceptar nuevas oportunidades, trata de salir de tu zona de cómoda si quieres
continuar retándote a ti mismo.
Tolerar las emociones que crean incomodidad se
consigue con la práctica y, poco a poco, es más fácil y la seguridad en ti
mismo crece. Practica los comportamientos de la persona en la que te gustaría
convertirte. En lugar de decir “me gustaría ser más sociable”, elige un actuar
con comportamiento que sea más sociable, tanto lo sientes así como si no. Un poco
de incomodidad de vez en cuando es necesaria para que crezcan las semillas y,
tolerando esa incomodidad te ayudarás a tener una visión real de la situación.
Se trata de dar un pequeño paso detrás de otro.
5-
Reflexiona tus progresos cada día: Vivimos en un mundo muy ajetreado
que no nos permite mucho tiempo para una auto-reflexión tranquila. Encuentra
tiempo para reflexionar sobre tus progresos sobre el desarrollo de la fortaleza
mental. Al final del día, pregúntate si has aprendido sobre tus pensamientos,
emociones y comportamientos. Y piensa en lo que esperas mejorar y lograr
mañana.
Desarrollar la fortaleza mental
es un trabajo continúo. Siempre hay tiempo para mejorar y, a veces, esto parece
más difícil que otras. Reflexionar sobre tus progresos refuerza tu habilidad
para conseguir la definición de lo que para ti es el éxito, mientas vives
acorde a tus valores.
La autora
del texto original es Amy Morin, trabajadora social clínica y escritora.
Artículo completo original: http://www.forbes.com/sites/groupthink/2013/12/03/5-powerful-exercises-to-increase-your-mental-strength/
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