Neus.
Nuestros planes se trastocaron un 18 de julio. La noticia de
que ibas a nacer antes de tiempo nos dejó sin aliento a tu padre y a mí. No
estábamos preparados para ello, tenías que venir al mundo tres meses después y
el miedo nos invadió durante los 12 días más angustiosos de nuestras vidas. El
30 de julio fue el gran día, viniste al mundo con mucha fuerza y lo has
demostrado con creces. No pude ver tu carita hasta pasados dos días, pero oir
tu llanto me tranquilizó. Mandaba a tu padre cada hora para que me hiciera
fotos tuyas y preguntara a las enfermeras si todo iba bien. Y todo ha ido bien.
El camino no ha sido fácil pero tu fortaleza y tu afán por agarrarte a la vida
han hecho posible que hoy estés ya en casa con nosotros, con tu familia.
Después de 70 días en el hospital, Neus ya estás en casa.
Todo esto no hubiera sido posible sin la ayuda de todos los
profesionales que han estado estos meses a nuestro lado. Desde el doctor Millet
y las enfermeras y matronas de Maternidad del Hospital Clínico de València, que
nos cuidaron hasta tu nacimiento y realizaron un trabajo de diez, hasta las
enfermeras y pediatras de La Fe que te han mimado y cuidado durante tus primeros
meses de vida. Sin ellos hoy no estarías en casa con nosotros y tu papá y yo
les estamos eternamente agradecidos. Sin olvidar a las tías de la sala de
lactancia que tanto me han ayudado para poder darte mi leche que tanto te
gusta.
Tampoco nos queremos olvidar de nuestra familia, padres y
tíos, y de los amigos que han estado ahí apoyándonos en estos duros momentos. Y
sobre todo, mil gracias a mi chiquitín, a tu hermano mayor Neus, que se ha
portado como un campeón este tiempo y ha comprendido que teníamos que pasar más
tiempo contigo en el hospital. Tienes un gran hermano Neus que te quiere mucho
y que cuidará de ti.
Ser padres de un bebé prematuro es como correr una carrera de
fondo en la que los obstáculos impiden llegar con facilidad a la meta. La
resistencia y el avance son claves en esta prueba. Y tú, Neus, has sabido
correrla con éxito hasta la meta. Te queremos, papá y mamá, y tu hermano.
Bienvenida.
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