El fotógrafo Jorge Miguel Jaime explica la exposición a los asistentes. EPDA
Francisco Muñoz Antonino en la inauguración de la muestra. EPDA La exposición
introduce al espectador en las rutinas y la actividad diaria que se
realiza en este centro ocupacional. El recorrido se estructura en los
siguientes contenidos: el verano al aire libre; el colcho saguntino;
las fiestas (Sant Antoni, Fallas y Carnavales); el deporte; otros
talleres y artesanías; y la vida cotidiana.
A la inauguración
asistió el alcalde de Sagunto, Quico Fernández, concejales del
equipo de gobierno y del PP del Ayuntamiento de Sagunto, el
presidente de la Fundación Bancaja en Sagunto, Francisco Muñoz
Antonino, el director general de Saggas, Santiago Álvarez, la
presidenta de la Asociación de Empresarios del Camp de Morvedre
(Asecam), Cristina Plumed, y un gran número de vecinos y familiares
de los usuarios del centro, así como los trabajadores y el director
de la escuela, sin olvidar a los propios protagonistas de la
exposición.
Antonino destacó
la labor del Centro Ocupacional San Cristóbal desde los años 70 y
matizó que la muestra "recoge el día a día de la asociación
y rinde homenaje a la tarea de recuperación del colcho saguntino, un
botijo de elaboración artesanal que actualmente sólo realizan los
usuarios del centro".
Por su parte, el
director de Saggas afirmó que la muestra "no dejará
indiferente a las personas que se acerquen a visitarla" y
destacó que "acercarse a San Cristóbal es una experiencia muy
gratificante, todos os niños te abren su corazón y te enseñan
muchos valores".
Desde el Centro
Ocupacional San Cristóbal, resaltaron su labor en la recuperación
del colcho y agradecieron la colaboración de todas las personas que
han hecho posible esta exposición. Así mismo, reivindicaron que
"los servicios sociales deben ser, junto a la educación y la
sanidad, los pilares de la sociedad del bienestar, y que las palabras
crisis y recortes desaparezcan".
En este sentido,
el primer edil se solidarizó con los trabajadores del centro "que
llevan meses sin cobrar". "La situación ha de solventarse,
que todas las instituciones asuman su papel, y hago un llamamiento a
la sensibilidad de todas las entidades que colaboran en el municipio
para que ayuden en todo lo posible a la escuela de San Cristóbal".
Con motivo de la
exposición se ha editado un catálogo que recoge las fotografías
que forman parte del montaje expositivo, textos explicativos y un
apartado dedicado exclusivamente al origen, producción y
restauración del colcho y la colcha saguntinos, con textos del
monitor Javier Latorre Morado. Toda la recaudación de la venta de
estos ejemplares se destinará a la financiación de las actividades
que se llevan a cabo en el centro, tal y como aseguró el presidente
de la Fundación Bancaja.
La
muestra se puede visitar en la sala de Exposiciones Glorieta de
Sagunto con entrada gratuita y en horario de martes a sábado, de 17
a 21 h. Toda la información sobre la muestra se puede consultar en
la webwww.fundacionbancaja.es.
Centro
Ocupacional San Cristóbal
El
Centro Ocupacional “San Cristóbal” de Sagunto
(Valencia),dirigido por Pedro José Rubio
Miguel,depende de la Asociación Comarcal
Protectora delDisminuidoPsíquico
“Virgen de los Desamparados”. En la actualidad atiende a 56
personas con discapacidad psíquica de la comarca del Camp de
Morvedre, con distintos niveles de inteligencia, autonomía personal,
autonomía social y capacidad manipulativa. En el centro se
desarrollan varias actividades laborales y se organizan talleres
vinculados con dichas actividades: taller dereciclaje,taller
de jardinería, taller de cestería,taller de ceramicay
taller de colchos. En este último taller se desarrolla toda la
actividad relacionada con los colchos saguntinos, desde su proceso
completo de fabricación, almacenaje y venta hasta la restauración.
El taller está formado por trece chavales con discapacidad, ayudados
y atendidos por dos monitores.
El colcho
saguntino
El colcho
saguntino es un utensilio similar a un botijo. Tiene su origen
aproximadamente en el siglo XVIII. Los primeros ejemplares estaban
hechos con la corteza de un tronco de alcornoque no demasiado grueso
al que se ajustaban un par de tapaderas, perforada una de ellas para
dar paso a una caña suficiente para saciar la sed en la bebida “a
trago”. Estos colchos primitivos eran elaborados de una manera muy
rudimentaria y se daba prioridad al aspecto funcional. Con el tiempo,
el aspecto decorativo cobra mayor importancia y mejoran también los
materiales para su elaboración. El cambio fundamental es el uso de
metal, que permite la decoración del botijo a través de la
grabación a buril. La producción de este objeto, que alcanzó su
popularidad a finales del siglo XIX y mediados del siglo XX, cae en
desuso en la década de los sesenta con la desaparición de talleres
que se dediquen a su fabricación. Por ello, el Centro Ocupacional
San Cristóbal asume el compromiso de mantener viva esta artesanía
con un equipo dedicado exclusivamente a la elaboración del colcho
actual.
El colcho
saguntino actual es un cilindro de corcho, con tapones a ambos lados,
abrazado por dos aros de metal en los extremos en los que se practica
una grabación decorativa. Estos aros se unen por la parte superior
mediante un asa, también metálica. En la zona central del corcho se
disponen varias placas metálicas: una situada en el centro y
horizontalmente (cuya finalidad es posibilitar el grabado de datos),
y tres circulares, situadas sobre la central y a un mismo nivel. De
estas tres placas, la del medio posee un pitorro de cuyo tapón parte
una cadeneta que se une al círculo derecho. De la otra placa
circular, situada a la izquierda, surge otra cadeneta que se une con
el tapón de otro pitorro, mayor que el anterior, y que está situado
en la parte superior del botijo. Por último, y a ambos lados de este
pitorro, de boca más grande, se sitúan otras placas metálicas
estrechas que, a modo de grapas, consiguen la unión del corcho en la
parte superior. Existen dos tipos de botijos que se distinguen por la
posición en la que se presentan. En el caso de que sea horizontal,
recibe el nombre de “colcho” y se le añaden unas patitas en la
parte inferior de los aros metálicos con el propósito de que sirvan
de apoyo. En el caso de que el botijo se muestre en posición
vertical, descansa sobre una de las bases del cilindro y pasa a
denominarse “colcha”.
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