Carlos Alemany Este mes futbolístico del CD Camporrobles femenino se ha visto afectado, de lleno, por la pandemia coronavírica. El pueblo del oeste de la Comunidad Valenciana ha pasado por un brote de positivos que no ha pasado desapercibido para la competencia. En los futuros meses y hasta el final de temporada esto va a ser algo común en todos los equipos y clubes. Los positivos se siguen sucediendo y nadie está del todo a salvo; con lo que tocará ir asumiendo los hechos para cuadrar la competición.
Tuvimos que esperar al día 21 de noviembre para ver el primer encuentro del club. En este fin de semana se disputaron dos partidos fuera de casa. Las más jóvenes viajaron hasta Aldaia para lograr una abultada victoria, nada más y nada menos que un 0-12 a favor de las azulonas como carta de presentación para la nueva temporada. Los buenos resultados no cesaron en esa fecha y las infantiles fueron hasta la Vall D’Uixó para consumar un 3-7. Seis de seis puntos y sensaciones muy positivas en el inicio futbolero del mes.
La próxima semana iba a ser la primera en la que todos los equipos disputaron su partido. El García Berlanga se volvió a abrir tras el brote para ver dos encuentros locales. Las benjamines no levantaron el pie del acelerador y derrotaron por 11-0 al Sporting Xirivella. No tuvo la misma suerte el equipo de edad mediana, que cayó ante el Fénix Moncada por 0 goles a 3. El plato fuerte, el amateur femenino, jugaba tras casi un mes de parón. La pausa se notó para bien, pues el viaje a Yatova se saldó con una portería a cero y tres goles a favor de las camporruteñas.
La última jornada hasta la fecha dejó otra doble victoria del CD Camporrobles. Otras dos goleadas que muestran el nivel de la escuela de fútbol femenino que existe en el pueblo de las faldas del Molón. Las más jóvenes siguen carburando y dejando rivales por el camino. Esta vez su víctima fue el Ribarroja, que abandonó la comarca con un 14-1 en contra. En su lugar, las infantiles pasaron por encima del Benagéber con una manita brillante de las azulonas.
En un mes algo convulso, las jugadoras del CD Camporrobles han sabido dar la cara y dominar -casi- todos sus partidos. Puede ser que existan más meses así. Ojalá no. Pero el virus es algo tan nuevo que se nos escapa de las manos, el fútbol regional se disputa por diversión más que por oficio y las prioridades están claras. Mientras tanto, las camporruteñas seguirán en su rutina de acumular goleadas
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