Edificio que el Ayuntamiento de Gandia va a derribar. EPDAEl
concejal de Urbanismo, Toni Abad, y la directora general de Medio
Ambiente, Servicios Urbanos y Proyectos, Clara Carbonell, han dado a
conocer hoy que el derribo del grupo de viviendas conocido
popularmente como “Casa dels Mestres” y ubicado en la confluencia
de las calles Benicanena, Inmaculada y República Argentina, será
inminente. Se trata de un edificio de la tipología de los años
50-60, que sirvió como viviendas para los profesores que ejercían
su labor docente en la ciudad. Con los años, estas humildes
viviendas pasaron por diversas manos hasta ir poco a poco
deteriorándose. Cada vez fueron menos las personas que allí
residían y los pisos se vendieron a precios muy bajos e incluso
algunos abandonados fueron ocupados durante años, de forma ilegal,
por personas necesitadas, entre ellos algunos delincuentes.
A
primeras horas de la mañana de hoy, efectivos de la Policía Local
de Gandia han acordonado la zona recayente a la calle Benicanena,
dado que la fachada sufre peligro de derrumbe en uno de sus puntos, y
la empresa Cadersa ha comenzado a derribar la poca tabiquería que
queda en su interior para, posteriormente, proceder al derribo del
bloque de viviendas.
Toni
Abad, concejal de Urbanismo, ha explicado que “según
las previsiones de la empresa, en unas semanas el edificio se
derruirá, cumpliendo así con un compromiso de darle una salida y
una solución a este bloque histórico de viviendas que, al igual que
sucedió con Simancas, se había convertido en un lugar lúgubre,
insalubre y un foco de basura e infecciones”.
El conjunto del edificio en sí, apunta Abad, no tiene ningún valor
arquitectónico y su estructura está muy dañada, por lo que será
derribado “para,
de forma provisional, instalar en la explanada un aparcamiento. Más
adelante, el Gobierno ya se planteará otras cuestiones pero de
momento se adecentará y se convertirá en un pequeño aparcamiento
provisional”
ha explicado el propio edil de Urbanismo.
En
los próximos días, seguirán las tareas de derrumbe de la
tabiquería y retirada de suciedad, y una vez Iberdrola haya separado
el tendido eléctrico que circunda el edificio, se procederá a su
derribo. Un hecho histórico teniendo en cuenta que lleva casi 20
años en estado ruinoso y se tuvo que cerrar los accesos con bloques
tabicando las puertas. Aún así, hay vestigios de gente residiendo
en situación paupérrima que datan de los años 1994 y 1998, entre
otros.
En
noviembre del año 2000, hace ahora justo 12 años, el anterior
Gobierno de Gandia anunció que iba a sacar a la luz el pliego de
condiciones para acondicionar el solar que quedaría tras el derribo.
Pasaron los alcaldes Pepa Frau y José Manuel Orengo y ahora, con
Arturo Torró al frente del Gobierno, se convierte la reivindicación
vecinal en una realidad. En octubre del año 2007, el entonces
Gobierno de Gandia mandó retirar ante las innumerables denuncias y
recogidas de firmas por parte de los vecinos, grandes cantidades de
basura del patio del edificio: muebles, basura, lavadoras,
frigoríficos, restos de comida, ropa vieja, enseres... todo ello con
la proliferación de roedores e insectos que se iban alternando con
la entrada de transeúntes a las viviendas abandonadas a través de
agujeros en las paredes o en los techos.
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