La presidenta dela Asociación de Víctimas 3 de Julio, Rosa Garrote, en la tribuna de invitados de les Corts Valencianes.EFE/ Archivo La presidenta de la Asociación de Víctimas del Metro, Rosa Garrote, ha asegurado este sábado que la sentencia dictada en el juicio por el accidente del metro de València del 3 de julio de 2006, en el que murieron 43 personas y otras 47 resultaron heridas, "reconoce todo lo que se ha negado durante trece años de instrucción".
Casi un mes después de que el 27 de enero de 2020 se dictara sentencia condenatoria contra cuatro directivos de la empresa Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) que gestionaba las líneas del metro de València, Rosa Garrote ha afirmado que, tras la alegría inicial nada más conocer la resolución, ahora, una vez analizada a fondo, siente "mucha sorpresa por tanto como se ha reconocido".
Según Garrote, la sentencia establece que la curva donde el tren de la línea 1 del metro descarriló era "un punto peligroso a proteger", pues la baliza estaba mal programada por lo que no se garantizaba una frenada automática en caso de excesiva velocidad, y que los directivos nunca reconocieron la velocidad excesiva como un riesgo.
Los 4 directivos condenados "asumen las deficiencias tanto en las Infraestructuras y material móvil como en la formación y selección del personal para la tarea de maquinistas", unas deficiencias que ponían de manifiesto "unos defectos muy graves de seguridad para los trabajadores y usuarios", indica la presidenta de la asociación de víctimas.
Estas actuaciones, que han quedado probadas en la sentencia, y el hecho de que los directivos no hicieran nada para evitarlo, "provocaron el accidente de metro y agravaron sus consecuencias, lo que exculpa de toda responsabilidad al conductor" y la hace recaer en la empresa, ha resaltado.
"Que sean los propios directivos de la empresa quienes reconozcan su responsabilidad -afirma Garrote-, le da un valor añadido a la sentencia. No se puede dudar de la veracidad de estos testimonios que se reconocen por voluntad propia", aunque al asumir esa responsabilidad eximen al resto de directivos, ha lamentado.
En opinión de la presidenta de la asociación de víctimas, desde el momento que se reconoce la mala gestión de la empresa se está implicando al resto de directivos, incluidos (la presidenta) Marisa Gracia, que aunque no se le pueda imputar responsabilidad penal, queda señalada al ser la máxima responsable de FGV".
Han sido trece años "con esa sensación de impotencia que da saber que por mucho que hagas, nada va a cambiar, y de repente, sorpresa, la responsabilidad de la empresa en el accidente queda reconocida. Por fin se demuestra que tenemos razón, que nuestra lucha era justa", ha enfatizado.
Rosa Garrote ha recordado que políticos del Partido Popular "nos acusaban de tener intereses ocultos y querer dañar la imagen del Partido. Pero ahora se demuestra que nuestras reivindicaciones no atendían a ningún interés oculto. Sólo buscaban la verdad y evitar que volviese a suceder otro accidente tan brutal como el ocurrido el 3 de Julio de 2006".
Ha añadido que, con las conclusiones de la sentencia, también "queda en entredicho" la gestión de la jueza Nieves Molina, que siempre ha negado todo lo que ahora se ha reconocido: la falta de medidas de seguridad".
"Lo hemos conseguido. La verdad escrita ha cambiado. El accidente era evitable, sucedió como consecuencia de la mala gestión de la empresa, y los responsables son los directivos, no el conductor. Ahora podremos cerrar esta etapa, pasar página y descansar. Y otra cosa, no hemos cobrado nada. Nunca ha sido por dinero", ha insistido Rosa Garrote.
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