Paco Gómez Por si quedaban dudas, esta pandemia
está haciendo que nos reinventemos en todos los sentidos. Hemos reinventado la
forma de socializar con nuestra familia y amistades, hemos reinventado la forma
de asistir a los teatros, al cine, a ir a clase o hasta de tomar café en un bar.
Ahora, cuando miramos un espacio en un edificio, nos fijamos si tiene
ventilación o no, y cuando buscamos un piso para alquilar o comprar, si tiene
balcón o terraza lo ponemos como una preferencia absoluta.
Todo en nuestra vida ha cambiado, y
por supuesto, también lo ha hecho la forma de gobernar. Quien está al frente de
un ayuntamiento siempre quiere hacerlo buscando el bien común, pensando en el
bien de la ciudadanía, y la lista de ideas es, sino infinita, muy larga. Esta
lista cambió, poco a poco, hace poco más de un año, cuando tuvimos el primer
caso positivo en España, y a día de hoy, está completamente modificada, y
apuntadas a lápiz, hay ahora otros planteamientos completamente distintos. Digo
a lápiz, porque otro de los aspectos en los que nos hemos tenido que reinventar
es en la planificación: quizás hoy puedas poner en marcha un taller de
inserción social para mujeres en exclusión social y puede hacerse una obra de
teatro, pero quizás mañana ya no puedas hacer ese acto porque la situación
epidemiológica haya cambiado.
No obstante, hay aspectos que desde
el Ayuntamiento de Massamagrell, más que escritos a boli, han estado grabados a
fuego. El objetivo que tuvimos en mente desde que esto empezó lo teníamos
claro: No dejar a nadie atrás, intentar compensar las desigualdades generadas
por el covid, y adaptar nuestra realidad del día a día a todos los
acontecimientos que venían sucediendo de manera repentina, sin avisos, sin
previsiones: Desde destinar casi 300.000 euros a ayudas sociales (entre
presupuesto y remanente, la mayor dotación presupuestaria en la historia de
Massamagrell), a colaborar con nuestro comercio local con campañas y ayudas, suprimir
tasas a la hostelería… a acabar poniendo a disposición de Sanidad, un pabellón
de baloncesto para una vacunación masiva (siendo el único municipio de menos de
20.000 habitantes de la Comunidad Valenciana que lo ha hecho). Ayudar y
reinventarse, son ahora dos palabras prioritarias y fundamentales para el
momento actual que vivimos.
Hemos puesto en marcha todo un
sinfín de actividades y campañas que en su gran mayoría nacen a raíz del
covid-19, y que ha hecho que nuestra labor en el gobierno municipal haya sido
todo un reto. Mientras, como sociedad, esperaremos a que todo esto acabe, y que
todas estas reinvenciones nos queden en la memoria como un aprendizaje y
enriquecimiento continuado de algo para lo que nadie estaba preparado:
Gestionar un municipio en medio de una pandemia mundial.
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