Greenpeace ha enviado una
carta al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en la que solicita una aclaración
sobre el procedimiento que va a seguir en el desmantelamiento de la central
nuclear de Santa María de Garoña (Burgos). El plazo previsto para la solicitud
de la renovación de la explotación de la central nuclear finalizó el pasado 6
de septiembre, previsto por la Orden IET/1453/2012, sin que Nuclenor, titular
de la explotación propiedad de Iberdrola y Endesa, presentara su petición.
Un día antes, José Manuel
Soria, ministro de Industria, reconoció en el Congreso que el plazo para esa
solicitud no iba a prorrogase. Esa misma tarde, Nuclenor comunicó por escrito
que no solicitaría la ampliación, y la vicepresidenta del Gobierno confirmó el
pasado viernes, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, que según
el Gobierno no cabe alargar los plazos, y culpa a las eléctricas de esta
situación.
"El Consejo de Seguridad
Nuclear debe aclarar inmediatamente cuáles son las condiciones de cierre tras
saber que los titulares no van a continuar con la explotación, y que el
Gobierno así lo reconoce" ha declarado Raquel Montón, responsable de la
campaña Nuclear de Greenpeace.
Además, la organización
ecologista también ha pedido aclaraciones respecto a la información
proporcionada por Agencia Federal de Control Nuclear belga (FANC, en sus siglas
en inglés) en relación al reactor nuclear Doel-3, el pasado 3 de septiembre.
Según esta información los problemas parecen proceder de un defecto del metal
base, y este problema restaría importancia a las diferencias argumentadas por
el CSN. Greenpeace recuerda que el pasado 8 de agosto las autoridades belgas
decidieron cerrar de forma preventiva la planta nuclear Doel-3 al encontrar
grietas en la vasija del reactor, cuyo fabricante es el mismo que el de las
centrales nucleares de Garoña y Cofrentes.
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