Rotonda de acceso a Museros. EPDA La Guardia Civil ha abierto una investigación para tratar de
esclarecer el fallecimiento de un vecino de Museros, cuyo cadáver fue hallado
en el interior de su vivienda con signos de haber sido mordido por los perros
con los que convivía.
El hallazgo se produjo después de recibir el aviso de un
familiar extrañado por la ausencia de noticias de la víctima en unos días. Será
la autopsia la que dictamine la causa exacta de su muerte dado que, según han
indicado fuentes de toda solvencia, la acción de los animales fue ‘post mortem’,
por lo que no fue lo que acabó con su vida.
La víctima, de 58 años, muy conocida en esta localidad de l’Horta
Nord, residía en una vivienda ubicada a las afueras del municipio junto a sus
once perros. Vecinos del municipio aseguran haberlo visto el jueves de la
semana pasada, por lo que se supone que su fallecimiento se produjo en los días
posteriores. El hallazgo provocó consternación y dolor entre las personas que
lo conocían. "Era un amante de los animales. Tenía diez o doce
perros", han indicado las fuentes, que han lamentado el suceso ocurrido a
"un vecino del pueblo de toda la vida, muy buena persona, honesta y
trabajadora y que en alguna ocasión ha trabajado para el Ayuntamiento".
Al parecer, los perros accedieron la habitación donde yacía
el cuerpo sin vida de este hombre tras días sin haber ingerido alimentos. Allí
fue encontrado por los agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil de Massamagrell
que acudieron en su auxilio, junto a bomberos y servicios sanitarios y
forenses. El juez de guardia dictaminó
el levantamiento del cadáver para la práctica de la autopsia y la Guardia Civil
se ha hecho cargo de la investigación pese a que no se hallaron indicios de
criminalidad.
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