Davinia Bono. / EPDA ¿Cuánto tiempo se considera “Hasta Pronto”? Quizás sea lo antes posible o incluso puede tratarse de un tiempo más o menos próximo, sin precisar fecha o momento definido. Lo cierto es que, cuando alguien lleva la política en las venas, nunca no tiene significado estricto.
La sociedad en la que vivimos actualmente, tiende a pensar que los políticos somos todos iguales y, digo todos, porque todavía me incluyo. Y es que, 16 años dedicando gran parte de tu tiempo a intentar mejorar la vida de las personas que viven en tu ciudad, dejan poso. Y, ese poso, estoy segura que siempre me acompañará.
Podría compararse como tu primer amor. Todo empieza cuando alguien empieza a confiar en ti. De repente recibes una llamada, un café?, un “he oído hablar muy bien de ti”, un “puedo contar contigo?. Te prometo que será fácil y muy gratificante”. Entonces, paras, te pones a pensar los pros y los contras. Consultas con tu entorno más íntimo y decides lanzarte y subir al tren sin saber que puede suceder. Quizás sea porque nunca nadie te lo había propuesto o por la gran oportunidad que te acaban de dar. Lo que sí es cierto es que, nunca jamas lo podrás olvidar.
Y es que, a pesar de lo que la gente piensa, el noble arte de la política esta infravalorado. Solo el que ha podido trabajar en ella sabe lo difícil que se hace poder complacer a todo el mundo por mucho interés que le pongas.
Aún recuerdo las llamadas de los Domingos a las 4 de la tarde porque el conserje del CEAM ( tradicionalmente conocido como hogar del pensionista) no había llegado a tiempo para poder comenzar el baile a las 5 de la tarde. O las llamadas de madrugada de una mujer desesperada aterrorizada porque su pareja ( la cual le maltrataba) no paraba de llamar al timbre de su casa. O aquella mujer ( por respeto no diré su nombre) que se encadenó a las puertas del Palau de la Generalitat reclamando que se revisará su grado de minusvalía porque le habían bajado la pensión y necesitaba un lugar para vivir. Pues bien, en estos tres casos, actuamos en consecuencia y solucionamos los problemas. Y como estos, muchos mas, a cual mas complejo.
Para algunas personas les pueden parecer hechos insignificantes pero para ellos eran sus problemas y quería soluciones.
Cierto es que, en todos estos años en los que he tenido el privilegio de poder ayudar a aquellos que así lo requerían, he conocido a gente increíble. He aprendido y conocido de primera mano el trabajo incansable de profesionales y voluntarios que cada día intentan hacer la vida un poquito mejor a aquellos que más lo necesitan.
Recuerdo cuando, habiendo ganado las elecciones municipales de 2007, el entonces recién elegido alcalde, Alfredo Castelló (mi mentor), reunidos en su despacho, me designó la gestión del departamento de Bienestar Social del Ayuntamiento de Sagunto, entre otros. Por un momento, el cielo se volvió gris. La brisa del mar se convirtió en huracán y los jilgueros de la glorieta ( la antigua, oscura y desangelado glorieta) se volvieron águilas rapaces. No podía creer que hubiera pensado en mi para tal tarea. Pensé: “pero si yo creía que me quería en su equipo para enfocarme en las cuentas municipales. Elaborar los presupuestos anuales”. Pues al fin y al cabo, había dejado mi carrera profesional ( empleada de banca) para servir y ayudar a mejorar la calidad de vida de mis vecinos y, que mejor manera de hacerlo, que controlando el gasto publico.
El sofoco me duró un par de días pero, al tercer día, debía aprovechar la oportunidad que, en este caso, los ciudadanos, me habían dado con su voto.
Cierto es que éramos 9 de 25 concejales. Difícil para gobernar una ciudad tan importante como Sagunto pero las ganas y la ilusión de ese “primer amor” lograron vencer a cualquier adversidad que nos encontramos por el camino.
Nunca estaré lo suficientemente agradecida, en primer lugar, a Alfredo por confiar en mi sin apenas conocerme así como a la ejecutiva del Partido. En segundo lugar a los ciudadanos que, con su voto quisieron que, el Partido Popular gobernara durante dos legislaturas nuestra ciudad consiguiendo avanzar tanto en inversión como en gestión y calidad de vida. Y, por supuesto a Sergio Muniesa que, tras el relevo siguió contando conmigo, ya no solo como concejal responsable de diferentes departamentos sino como Portavoz del grupo. No fue sencillo, lo reconozco, pero me hizo madurar como persona y crecer profesionalmente.
Pero, en la política como en el amor, nada es para siempre. Ahora es momento de seguir mi carrera profesional, paralizada durante tiempo, y pasar el testigo a otras personas. Personas jóvenes, preparadas, ilusionadas y con ganas de apostar por un “nuevo amor” que conseguirán devolver la alcaldía al Partido Popular. Encabezados por una gran mujer, Maribel Sáez, que con cariño sabrá hacerlo bien tanto en el Ayuntamiento como en a Generalitat porque, si de algo estoy segura es de que ya viene el cambio. Sonrían, ya se van.
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