Es un hecho que el PP fue
el partido político más votado en las Elecciones Generales de 2011 con casi el
45% de los votos. Este es el recurso que el gobierno utiliza cada vez que
quiere justificar su política de recortes y de regresión social, recordar que
ganaron las elecciones y que, según ellos, “representan a la mayoría de la
sociedad”. Lo que el PP olvida interesadamente recordar es que, en esas mismas
elecciones, hubo una abstención de más del 28%, es decir, casi 10 millones de
personas no ejercieron su derecho a voto. En España, la población con derecho
a voto es de 34 millones de personas aproximadamente lo que supone que, en
definitiva, menos de un tercio de la población que podía votar el pasado
noviembre de 2011 depositó la papeleta del Partido Popular en la urna
electoral. Más del 75 por ciento de la ciudadanía no votó por ellos y es
objetivamente falso que representen a la mayoría de la sociedad.
Nos encontramos además,
ante la gran “estafa electoral” de un gobierno que incumple permanentemente el
programa con el que se presentó a las elecciones, aplicando las medidas que
dijo no iba a llevar a cabo. Mintieron descaradamente a toda la población
cuando prometieron que no abaratarían el despido, que no tocarían la sanidad,
la educación o las pensiones y que tampoco harían una amnistía fiscal o
subirían el IVA. El Partido Popular ha estafado a toda la sociedad y,
especialmente, a sus propios votantes, a los que ha defraudado.
El Ejecutivo del PP
permanece además, insensible ante los datos del paro, que elevan a más de seis
millones las personas en situación de desempleo, asegurando que acabarán la
legislatura con 1 millón de parados más que cuando llegaron al gobierno,
robando así cualquier atisbo de esperanza de recuperación económica en esta
legislatura. Mientras, la Banca y el Gran Capital siguen declarando beneficios
inmorales año tras año, recibiendo cientos de miles de millones de euros de
dinero público. De estos datos podemos deducir que, para el PP, el paro no es
un problema sino una solución, la solución a su crisis económica. El PP no crea
empleo porque quiere un ejército de parados pobres, apoyando así las premisas
de la patronal CEOE, de reducir los salarios de la clase trabajadora entre un
20 y un 30 por ciento y privatizar cualquier servicio público que pueda ser
rentable para la iniciativa privada.
Al Gobierno del PP sólo le
queda dimitir y convocar elecciones anticipadas. No tienen autoridad moral ni
democrática para seguir gobernando, por incumplir constantemente su promesa de
crear empleo y por ser los responsables de arruinar a miles de familias en
nuestro país. Hay soluciones. Hay alternativa. ¡Sí se puede!
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