Este sitio web utiliza cookies, además de servir para obtener datos estadísticos de la navegación de sus
usuarios y mejorar su experiencia de como usuario. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su
uso.
Puedes cambiar la configuración u obtener más información en nuestra política de cookies pulsando aquí.
La primera vez que tuve la
oportunidad de hablar con un alto cargo del sector público en público no le
pedí. Le pregunté cómo podíamos ayudar desde el sector privado. No me respondió. No
sé si porque no quiso o porque no supo. Seguramente no esperaba el
ofrecimiento, esperaba que le exigiera o le llorara.
Hace un par de semanas, los ministros de
vivienda y desarrollo urbano de los países de la UE, firmaron los 13 puntos que
conforman el pacto de Gijón. Ruego los busquen, porque son todo buenas
intenciones.
Que si SE COMPROMETEN, que RECONOCEN, que ACUERDAN… mucha palabra que llega
tarde.
Frente a las palabras, les propongo pasar a la acción para, desde los hechos y
no desde las buenas intenciones, empezar a dar soluciones efectivas al problema
de la vivienda. Para ello, no trece puntos, con diez, desde el sector privado,
bastarían:
1.- PROPONEMOS plazos administrativos ágiles. No puede ser que hacer una obra
cueste 24 meses y la relación con la administración suponga otros 18 meses más.
Eso es un COSTE en la promoción que soportan las personas.
2.- NOS POSTULAMOS como ayuda a las administraciones públicas para generar una
oferta de vivienda suficiente. El sector privado sabe hacerlo.
3.- PEDIMOS acción. Todas las reuniones quedan muy bien para las notas de
prensa, pero llevamos AÑOS haciendo muy poco.
4.- Hagamos viviendas SOSTENIBLES sin olvidarnos de la sostenibilidad
económica. Hay que llegar al mayor número de personas posibles.
5.- COLABOREMOS sobre suelos públicos. Seamos ágiles con los pliegos. Hay
muchos m2 en manos de la administración.
6.- Es necesaria SEGURIDAD JURÍDICA, con un mercado de alquiler donde no se
busquen votos, se busquen soluciones.
7.- RECORDAMOS que el derecho a una vivienda digna y adecuada no va de
garantizar cuatro paredes y un techo, va de mucho más, y que es responsabilidad
de la Administración.
8.- IMPLORAMOS una ejecución ágil y efectiva de los fondos NextGen.
9.- ROGAMOS por políticas de viviendas estables pensadas más allá de una
legislatura o un interés electoral. Esto va de responder a periodos vitales de
las personas mucho más prolongados.
10.- CLAMAMOS por políticas fiscales que faciliten el acceso a la vivienda. No
puede ser que una vivienda de obra nueva en
España soporte en torno al 25% de impuestos.
La vivienda es un derecho para también es ahorro para una jubilación a la que
muchas personas llegarán con pensiones más ajustadas.
A ver si con estos puntos pasamos de hablar a hacer. Eso es lo difícil. Pero
ahí está el principio de la solución.