El verano es una época maravillosa para descubrir rincones escondidos de España. Ves lucir esas tierras, te muestran su belleza bajo la luz del sol, el astro rey, y puedes gozar su realeza en esplendor. Estoy en Hoya-Gonzalo, un precioso municipio dentro de la provincia de Albacete donde nació Cesáreo Núñez, un íntimo amigo de mi suegro quien por la herencia del amor más entrañable se ha convertido en mi tío César.
Gozo como una loca, observando los almendros, los olivos, respirando el dulce aroma de la carrasca, viendo como las cepas empiezan a responder los cuidados del agricultor del secano pues la uva está empezando a nacer. Esos vinos se resguardan bajo la denominación de origen Almansa, todo un regalo para el paladar. Su elaboración tiene historia como se refleja en ese museo etnológico. En Hoya Gonzalo agradecen a la tierra sus regalos y, no la olvidan en su día a día.
Este vergel de la caza menor se alza 930 metros sobre el nivel del mar y, paseando por el campo, las perdices, codornices, liebres y conejos… nos provocan más de un encuentro tan agradable como inesperado. El clima de este municipio es perfectamente calificable de mediterráneo continentalizado. Los cereales tienen un sitio de honor en este paraíso, el trigo, la cebada, no me sorprenden pues, los reconozco de inmediato pero la jija me resulta extraña, ignoro completamente de que cultivo se trata y, es mi tío quien solventa mis dudas explicándome:
Ali, tiene unas cualidades muy especiales, es muy saludable. Ofrece una gran cantidad de fibra y, para elaborar pan es un verdadero tesoro, tiene un alto nivel nutricional. Además, no contiene gluten, luego es apto para los celíacos.
Es un pueblo con historia y, el oriundo de Hoya-Gonzalo no la olvida. La Necrópolis de los Villares, descubierta por el historiador Santiago Núñez está datada a. c. Fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 1992. Al visitarla, entre otros muchos materiales llama mi atención una escultura en concreto. Esta, representa un guerrero a caballo y, según pone en su ficha está datada en el siglo V a.c. Es de mucha altura, exhibe 1, 8 metros y, su pedestal apareció en la excavación de una tumba de adobe hallada en la localidad. Otras como el jinete a caballo, expuesta en la Expo de Sevilla del año 92, por supuesto en el pabellón de Castilla la Mancha, está acompañada por10 cántaros de San Valentín o materiales provenientes de un banquete funerario…
Amante de la historia, en mis garbeos por el tiempo descubro que en el año 1350 era una localidad con muy poca población, estaba considerada una aldea. En el siglo XIX se procedió a la elección del Ayuntamiento de esta preciosa villa, ante un juez comisionado y, de esa manera dejó de formar parte de Chinchilla de Monte Aragón.
La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de los Remedios, patrona de este municipio, fue construida bajo el reinado de Felipe III, entre los siglos XVI y XVII. Es un hermoso templo Renacentista dueño de una planta basilical, con arcos de medio punto. La cubierta es de bóvedas vaídas y las laterales apaineladas. Un crucero con cúpula da paso a la capilla mayor, de bóveda de cañón. El retablo del altar mayor es barroco, la imagen de Nuestra Señora de los Remedios es neoclásica y San Pedro Mártir de Verona, patrón de Hoya Gonzalo vela también desde allí al nacido en estas tierras.
Junto al molino de viento vuelvo a disfrutar como una cría, observando el marchar de esas aspas propias de una construcción típicamente manchega. La zona recreativa y el parque son un verdadero jardín del Edén.
Allí me fotografío en repetidas ocasiones con mi querido tío César y ruego a Dios dando las gracias por los momentos vividos, por el descubrimiento hecho y por tanto cariño.
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