Jaume Hurtado. Som
Valencians, a través de la voz de su secretario general, Jaume
Hurtado, ha aplaudido la decisión de Ximo Puig de reunirse con el
Lendakari Urkullu para intentar buscar apoyos para la conexión
Valencia-Bilbao por ferrocarril y unir estos dos puertos en el
Mediterráneo y el Atlántico. Hurtado, en cambio, ha criticado que
“el President haya tardado tanto en hacer política de verdad y a
favor de los valencianos. Es, probablemente, lo único bien que ha
hecho en dos años”, ha sentenciado el dirigente valencianista que,
a su vez, ha recordado “el difícil papel de Puig como presidente
de todos los valencianos, ya que la ama y señora del establishment
socialista,
Susana Díaz, tiene una concepción de España radial, centralizada,
y mirando a Sevilla como tercera ciudad de España, y Andalucía,
como granero de votos subvencionados, comprados, apesebrados, etc.”.
Hurtado
ha destacado que “Puig, al menos, a pesar del centralismo del PSOE
que siempre tiene la vista puesta en Madrid y Sevilla, arregla, en
parte, las tonterías que hace Compromis, como son el romper fotos de
Susana Diaz, preguntar por la Apocalipsis Zombie o las decisiones
sectarias de Marzà. Urkullu le puede enseñar a Chimo Puig muchas
cosas y ojalá que tome apuntes y se los pase a Isabel Bonig, a
Mónica Oltra o a Joan Baldoví, que no saben negociar en Madrid los
presupuestos y se limitan a ser sucursales del PP y Podemos”.
Para
el secretario general de los valencianistas, “la conexión del
Corredor Mediterraneu y el Corredor Cantábrico es clave para España.
Pero, como en los últimos 50 años, a PP, a PSOE y a la izquierda
tradicional sólo les importa que todo pase por Madrid, mediante una
estructura radial del Estado, pues pasa lo que pasa. Entre otras
cosas, que la economía del Estado es poco productiva y el 27% de
ciudadanos activos está en situación de desempleo. Esto Compromis
no lo entiende, no lo ve. El PP tampoco. Compromís sólo vela por
los intereses de Cataluña, que radican en que Barcelona se una a
Europa y haya un ramal hacia Valencia, creando una dependencia
perpetua con Cataluña. El PP, por contra, tiene una visión
centralizada del Estado, donde el resto de territorios, con su
industria, agricultura y el sudor de su gente, sólo pagan y callan”.
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