Identidades y singularidades hay tantas como personas existen. Sagunto es una realidad y no la suma de voluntades- de singularidades hechas por pocos- que desde la aparente diferencia identifican lo propio como exclusivo y lo exclusivo intentando marcarlo como ajeno aunque sea propio de todos y pertenezca a una comunidad y a una realidad más general que se llama Sagunto y, en su sentido más amplio, Camp de Morvedre.
Sagunto y el Puerto de Sagunto- siendo la misma ciudad- no son realidades exclusivistas que buscan dividir sino sumar: la realidad y la identidad misma de su existencia están hechas de esfuerzos comunes, aglutinantes y complementarios en su sentido más pleno.
La identidad de ambos núcleos en una misma ciudad no son sino el modo de concebir la historia desde su evolución y desarrollo como un bien y no como un impedimento y como un obstáculo que impide un crecimiento sólo posible desde la diversidad.
Cuando los sentimientos se enseñorean como agravios dejan por definición de serlo y a partir de ahí la diferencia ya es división y distancia, incluso exclusión que llega hasta el zafio desprecio que anula a quien lo verbaliza , señalando lo que se es y además lo que se es desgraciadamente. Los sentimientos no desplazan sino que se amplían porque están hechos de emociones comunes y recíprocas, esto es, compartidas.
Complementarias
Sagunto y el Puerto de Sagunto no son votos sino realidades complementarias, integradoras para desde esa unión común y natural crecer como ciudad y como tierra, como potencialidad y como fuerza externas; incluso como comarca en la diferente manera de vivir de cada uno desde el respeto y la consideración mutuas pero en la suma y no en la resta que aisla y separa lo que está junto, y además junto no por azar del destino o maldición sino por vocación enriquecedora y extraordinariamente positiva
No hay mayor bien para una ciudad que contar con elementos distintos bajo una misma convivencia e integración, alejando la diferencia sin negar por ello lo propio pero lo propio porque es singular y singularmente comunitario.
Sagunto ni se vende ni se vota ni se abstiene porque no es una posibilidad sino porque es una realidad palpable de lo que se es para crecer juntos.
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