Natalia Antonino.Si el Estado contemplará de forma racional y objetiva las necesidades de gasto, la Comunidad Valenciana debería recibir 2.500 millones de euros más al año, lo que se traduciría en un cremento del PIB del 3% casi 3.000 millones de euros y en un aumento de empleo del 2,7%, con 47.877 nuevos puestos de trabajo.
Así lo señala el avance del informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), que analizan los saldos fiscales y la financiación autonómica y que se presentarán en las próximas semanas.
Los datos que está constatando el IVIE, demuestran una vez más la gran estafa que estamos sufriendo y hemos sufrido históricamente los valencianos, dado que la Comunidad Valenciana tiene un saldo negativo en sus balanzas fiscales pese a tener un nivel de renta por habitante del 88%. A pesar de ser una autonomía con menos recursos que la media contribuimos a la solidaridad interterritorial financiando el mayor gasto público de autonomías más ricas. ¿Por qué?
La Comunidad Valenciana tiene un PIB por habitante similar a Cantabria, Castilla y León, Asturias, Canarias o Galicia. Sin embargo, el saldo fiscal es positivo en todos estos casos mientras que en nuestra Comunidad curiosamente, es negativo.
El gasto público de la Administración Central en nuestra Comunidad es el menor de todos los territorios, mientras en autonomías de condiciones similares es superior a la media de España.
La Comunidad Valenciana se ve afectada por dos anomalías importantes. La primera reside en que cuatro autonomías ricas reciban más de lo que aportan, mientras que nuestra comunidad es la única Autonomía con menos recursos que aporta más de lo que recibe. La segunda se sustenta en que los saldos fiscales no tienen una relación directa con la renta per cápita.
La causa principal de esta anomalía es tan perjudicial qué es la balanza fiscal Valenciana, se debe a que el conjunto del gasto público es muy bajo. De 256.704 millones de euros, de gasto de la Administración Central en el periodo 2011- 2014 solo 22.967 se han dirigido a nuestra Comunidad. Se trata de un 8,9% del total muy por debajo de nuestro peso poblacional, pese a la situación de empobrecimiento con respecto al conjunto de España.
Asimismo, el promedio de gasto por habitante en la Comunidad Valenciana es el 82,9% de la media. En ninguna de las ayudas regionales de apoyo a la agricultura, la ganadería y pesca, inversiones en infraestructuras y financiación de servicios sociales, el gasto alcanza el 70% lo que sitúa a la Comunidad a 30 puntos de la media.
SI se siguieran criterios objetivos de necesidades de gasto, el gasto por habitante aquí crecería 12 puntos y medio hasta el 95%, con ello, además, igualaríamos el saldo fiscal al de Comunidades con similar nivel de renta.
Dos terceras partes de la insuficiencia de gasto per cápita concretamente 1.6007 millones de euros, tienen su origen en la financiación autonómica. El 28%, 692 millones debería proceder del gasto de la Administración Central en las competencias que gestiona como infraestructura, justicia o servicios sociales. La tercera partida 202 millones tendría que venir de la mejora de la financiación local.
Los valencianos estamos haciendo bien los deberes, estamos cumpliendo, pero está no se cumpliendo con los valencianos
La lealtad de los valencianos a España no se está reflejando.
Hay que pasar del mercadeo que ha sido la negociación de los sistemas de financiación, y pasar a la racionalidad para garantizar la equidad y que los ciudadanos sean iguales en la diversidad.
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