Jaime García.Cataluña
es un pedazo de España desde hace más de 500 años. ´Su historia
ha sido un constante sobresalto. Han utilizado episodios de nuestra
historia para alimentar su nostálgico deseo de independencia
.Nostalgias que, como pequeñas teas, han logrado resucitar el gran
incendio de nuestros días. Recordemos la gran frustración española
por la pérdida de su colonia y la Restauración de Cánovas
.Surgieron entonces los nacionalismos vasco, catalán y el
socialismo marxista. El catalán adoptó frente a la monarquía una
actitud retraída. Todo dependía de cómo soplaran los vientos. Se
inició una gimnasia revolucionaria con pequeños atisbos de
derribar al Estado desde dentro. El Romanticismo del 19 originó la
Renaixensa, movimiento literario, poético, sentimental y
lingüístico, que añoraba el confrontamiento con la España
parlante. La proclamación de Alfonso XII hizo surgir el
catalanismo político de Prat de la Riva. Surgió entonces la
imaginaria figura de Rafael de Casanova. En 1909 la Semana Trágica
y la ejecución de Ferrer. En 1914 el proceso revolucionario de la
LLiga por los catalanistas de Cambó. En 1921 Masiá creaba el
partido separatista Estat Català. El 14 de Abril de l931 Luis
Companys colocaba la bandera tricolor en el Ayuntamiento de
Barcelona y Masíá proclamó la República Catalana.
En
1934 Luis Companys dio un golpe de estado, proclamando la
independencia. El Gobierno reaccionó de inmediato. Mandó al General
Domingo Batet para reducir la rebelión. En cuanto oyeron los
disparos no esperaron a morir como héroes y emprendieron la
desbandada. Los amotinados se rindieron. Companys y colaboradores
fueron detenidos y pasaron a prisión. La gran mayoría tomaron una
“digna solución”: huyeron como ratas por las alcantarillas. Así
sofocó Azaña, socialista, el movimiento separatista catalán. En la
Constitución del 31, como en la nuestra (art.8), las fuerzas armadas
tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de
España, defender su integridad territorial y el ordenamiento
constitucional.
Esta
decisión de Azaña se tomaría, incluso por los suyos, como una
blasfemia política.
Hay
que hablar muy claro. En nuestra Constitución se nos dice de forma
muy clara estas tres articulados: Art.1, 2: La soberanía nacional
reside en el pueblo español. Art.2 La Constitución se fundamenta en
la indisoluble unidad de la Nación española. Art.8: las fuerzas
armadas…tienen como misión garantizar la soberanía e
independencia de España, defender su integridad y el ordenamiento
constitucional.
Sé
que muchos españoles no quieren oír, ni leer, este art.8. Piensan
algunos que no se puede cortar la pierna al caballo sólo porque dé
coces. Lo que sí tengo muy claro es que nadie será capaz de apagar
la gran hoguera catalana echándole cubitos de hielo.
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