Indignados y dóciles

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, tuvo a bien presentar el esqueleto o borrador a partir del cual se pueda empezar a negociar la reforma del sistema de financiación, ese que con su modelo actual, obsceno e indigno, cercena la igualdad entre españoles y que nos anula nuestra capacidad de tener servicios de sanidad o educación a la altura de la media española, que se medio salva endeudándonos hasta las trancas. 

Montero prometió en el Congreso que lo presentaría en noviembre y el plazo expiró. La situación quebrantó  la unidad institucional que fue lo único salvable de las mini manifestaciones que se celebraron el pasado 20 de noviembre en València, Alicante y Castelló. 

Atrás quedaron los tiempos en los que Ximo Puig protestaba con vehemencia cuando gobernaba el PP. Repasar la hemeroteca deja joyas como que “el señor Rajoy menospreciaba a cinco millones de españoles” o que “el presidente de la Generalitat no iba a permitir el  menosprecio a los valencianos ni el incumplimiento de la Constitución”. Tampoco repasar audios viejunos hacen favor alguno a Compromís. 

“Parece que haciendo ruido es cuando te hacen caso, pues habrá que montar un pollo”, venía a decir la vicepresidenta Mónica Oltra cuando en Moncloa estaba Mariano Rajoy.Esto se lo recordaba el PP a la vicepresidenta. Lástima que el PP de entonces no sea el mismo de ahora en esta materia, porque hacen lo mismo que critican del Botanic. 

Mientras gobiernan los suyos en Madrid, dóciles y amansados, cuando llegan los otros, a sacar artillería… de fogueo, claro. 

Una muestra más de la idiosincrasia de la sociedad valenciana, de cómo nos articulamos ante situaciones que como ésta, ningunean a la Comunitat Valenciana (Regne o Pais).  

¡Ay! la batalla de los nombres, que ha reaparecido décadas después. Guerras que nos hicieron mas daño interior que otra cosa, en la que se perdió mucho esfuerzo y que explica muy bien qué clase de pueblo reivindicativo somos.

Por cierto, loa ficción de los ‘Països Catalans’, esa entelequia cultural y social que había quedado en el olvido, que se ha recuperado por parte del PP, ávido de sacar viejos trapos  del cajón. Tan espúreo una cosa como sorprendente los silencios de Puig cuando se lo soltaron , interpelándole, en un acto oficial del PSOE balear.  

Así nos va.