El servicio de
vigilancia de la Reserva Marina del Cabo
de San Antonio, dependiente de la Conselleria
de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, ha avistado junto a la orilla, en Las Rotas de Denia, un
ejemplar sin vida de Tamboril Oeánico, emparentado con los peces globos tropicales.
Se trata de un pez de unos 35 centímetros de
largo, de cuerpo fusiforme color gris plateado, sin escamas y con la boca en forma de pico, además
observaron que la zona ventral estaba tapizada de espinas.
El ejemplar, que estaba sin vida, ha llamado
la atención de los técnicos de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y
Medio Ambiente, ya que desconocían la especie de la que se trataba, pese a
contar con amplia experiencia en el reconocimiento de los distintos peces que
viven en las aguas del Cabo de San Antonio.
Tras las oportunas consultas al
servicio de biodiversidad de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y
Medio Ambiente y a la Universidad de Valencia, confirmaron que se trataba de un
Tamboril oceánico (Lagocephalus lagocephalus)
de la familia tetraodontidae.
Esta
especie, emparentada con los peces
globo tropicales, posee un vientre muy elástico que, en caso de verse amenazado, es capaz de hinchar a
voluntad, de manera que las espinas de la zona ventral se erizan formando una
bola espinosa protectora. Su área
de distribución natural es El atlántico y de manera esporádica puede aparecer
en el mediterráneo occidental.
A
parte de la rareza del hallazgo, cabe destacar que estos peces poseen unas
glándulas venenosas que hacen que su carne sea tóxica, por lo que en caso de
capturar algún otro ejemplar por parte de cualquier pescador se debe descartar
su consumo. Son conocidos sus parientes cercanos que en Japón se consideran un
manjar pero que llegan a ocasionar la muerte de personas que los comen sin las
precauciones necesarias, ya que solamente cocineros muy especializados saben preparar
este tipo de pescado llamado “Fugu”.
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