Ismael Cerón. /EPDA Ismael Cerón Plaza (Madrid, 1981) tiene 41 años y es psicólogo sanitario y psicoterapeuta. Máster en Estudios LGTBIQ+ por la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en clínica y psicoterapia psicoanalítica con adultos y menores por la Universidad Pontificia de Comillas y por Instituto Quipú. Experto en Terapia familiar en Psiquiatría por la Universidad Complutense de Madrid. Ha trabajado durante más de 15 años en Servicios Sociales Municipales atendiendo familias con múltiples problemáticas psicosociales. Actualmente trabaja en consulta privada.
¿Cuándo y dónde nace este libro?
Este libro nace de un viejo deseo personal de encontrar libros de psicología que me ayudaran a reparar las heridas emocionales generadas por el bullying LGTBfóbico que sufrí en la adolescencia. Buscaba libros que me explicaran que esa herida que me habían infligido no era porque yo tuviera nada malo, sino que había sido provocada por vivir en una sociedad machista, LGTBIQfobica, misógina, clasista, racista, capacitista, etc. Al no encontrar ese libro que me reparase, años más tarde decidí construirlo yo. Y es que creo que en el ámbito de la psicología todavía existe una mirada profesional muy cisheteropatriarcal. A menudo desde la psicología canónica y occidental se ha pensado que la persona a quien tienen que atender en consulta es una persona cis blanca heterosexual con unas determinadas capacidades funcionales. El problema es que esa manera de ver al ser humano deja fuera a muchísimas personas, patologizándolas y haciéndoles sentir “personas de segunda”.
¿Por qué hablar sobre la psicoterapia queer?
Creo que hablar de una psicoterapia queer nos permite intervenir en los dolores emocionales que muchas personas sufren por no encajar en la norma imperante. Lo queer precisamente es eso, entender que no hace falta encajar en ninguna etiqueta para estar sanos psicológicamente. Se trata de no adiestrar nuestros pensamientos, comportamientos y emociones para ser como dice la norma que tiene que ser un hombre, o una mujer, o una persona heterosexual, o una persona racializada. Como dice Caetano Veloso “de cerca nadie es normal”, por eso se trata de entender que una buena salud mental también pasa por tener mayores prácticas de libertad para no tener que encajar en ninguna “normalidad”, no encasillarnos ni acortar nuestro “ser” para encajar en una categoría.
Tocando el tema, dados los movimientos sociales actuales, ¿es un libro necesario?
Creo que todos los libros que provengan del pensamiento crítico, que pongan el foco en las cosas que hay que mejorar dentro de las disciplinas de la psicología, la psicoterapia y la psiquiatría, son necesarios. Cuanto menos autocomplacientes seamos y más investiguemos en cómo mejorar nuestra intervención profesional, mejor para todo el mundo. Además, creo que ya era hora de cuestionar los modelos de psicología que pretenden encauzar a los pacientes a un canon de normalidad establecido, haciendo muchas veces más daño que bien a quienes acuden a la consulta buscando aliviar su sufrimiento.
¿Crees que falta camino en ayuda y sensibilización sobre lo queer?
Si bien creo que todo lo LGTB y lo queer está en su mejor momento histórico (hace pocos años hablar de lo queer era una cosa muy muy minoritaria), creo que todavía queda muchísimo por avanzar. Por un lado, faltan muchos derechos legales por conquistar. Pero no solo está lo legal, también está lo más importante, que es que cale en el inconsciente colectivo, que entendamos de verdad que las personas somos diversas en múltiples facetas de nuestra vida. Por eso creo que la educación tiene muchas veces la clave, ya que es donde se forjan los valores de las sociedades futuras. Creo que es ahí sobre todo donde se tiene que incidir en lo importante que es ser quien eres sin tener que reproducir un canon normativo.
Relacionamos lo anterior en el ámbito educativo, escuelas, institutos…¿vamos por buen camino?
Creo que nunca iremos por buen camino hasta que en ámbito educativo no se ponga un mayor énfasis en enseñar contenido emocional. Sin embargo, creo que el mantra que siempre se repite desde las instituciones educativas es: “saca buenas notas”, “ten un buen trabajo”, “gana mucho dinero”. El problema es que las consultas de psicología están llenas de personas que por muy bien que les vaya económicamente, en lo psicológico y emocional son profundamente infelices. Quizá si desde las instituciones educativas se promoviera de manera sólida (y no anecdótica) valores como la autoestima, la empatía, la fraternidad, el compañerismo (y no la competitividad), la diversidad sexogenérica, corporal, de color de piel, de capacidades, etc, nos iría emocionalmente muchísimo mejor.
¿Cómo comienza una terapia queer?
Una terapia queer no empieza de una determinada forma concreta ni requiere de un protocolo estándar, cerrado y fijo. Tampoco se trata de llegar a una meta específica por ser una psicoterapia queer. Más bien lo que caracteriza a una psicoterapia queer es que la persona profesional haya hecho previamente un análisis de cómo su formación profesional tiene muchos sesgos cisheteropatriarcales blancos y capacitistas, por lo que va a intentar ofrecer a su paciente la posibilidad de pensarse a sí mismx de otra forma, invitándole a pensar su identidad, su sexualidad, el concepto de amistad, el concepto de amor o pareja, etc., de otros modos más abiertos y plurales para que tenga más opciones de poder vivir sin la opresión que imponen los rígidos cánones cisheteropatriarcales.
Menciona a algún referente dentro de lo que es el activismo queer.
Los grandes clásicos serían: Judith Butler, Michel Foucault, Paul B. Preciado, Teresa de Lauretis, Paco Vidarte. A mí me gustan mucho también: Javier Sáez, Lucas Platero, William Siqueira, Débora Tájer, Domenico Hur, Suely Rolnik, Didier Eribon, Felix Guattari, etc.
¿Qué lee un psicoterapeuta?
Para mí un psicoterapeuta debería leer todo aquello que sirva para mejorar la vida psicológica de sus pacientes. Y creo que para eso no solo hay que limitarse a leer literatura adscrita a la Psicología. Dentro de la filosofía, la antropología, la educación social, los estudios feministas, los estudios feministas negros, las teorías queer y/o la teoría crip, existen múltiples recursos y herramientas que son claves para mejorar la salud mental de las personas. Herramientas como la “interseccionalidad”, que procede de los feminismos negros, me parece imprescindible en la psicoterapia para entender en su globalidad cómo se ha construido una persona psicológicamente.
¿Te consideras activista?
Nunca he sabido exactamente qué es ser activista. Yo hago lo que está en mi mano para aportar en las cosas que creo dentro del ámbito en el que me muevo, pero creo que la palabra “activista” me viene grande. Considero “activista” a quienes se dejan la piel por reclamar derechos, sea desde lugares institucionales o desde lugares más locales. A todas esas personas les admiro profundamente.
¿Alguna canción que uses para hacer sentir bien?
Una canción para hacer sentir bien diría “La Revolución Sexual” de La Caza Azul. Tiene ese tono vitalista y de subidón que da mucha alegría y es muy liberadora. Y mi canción queer por excelencia sería “Justify my love” de Madonna. Le tengo mucho cariño a esa canción, tanto a la música como al video.
¿Dónde se puede encontrar el libro?
El libro se puede encontrar en muchos sitios. Para pedirlo online siempre se puede hacer desde la web de la editorial Bellaterra, en el siguiente link:
Con respecto a librerías, está en muchísimas librerías. En Madrid lo puedes encontrar, entre otras, en:
Mary Read
Berkana
Traficantes de sueños
Derivas
En Barcelona, entre otras librerías, puedes encontrarlo en:
Crisi
La Prole
La Raposa
En Bilbao puedes encontrarlo, entre otras librerías, en:
Anti- Liburudenda
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