La
izquierda pretende limpiar a fondo la pátina que los tiempos
dejaron. En su forma de actuar aparece un cierto tufillo revanchista.
Pretende apartar a la derecha de todos aquellos lugares desde los que
pueda expresarse. La rosa socialista quiere estar presente en todos
los jardines. Y me parece perfectamente normal. No así el uso del
equívoco y la ambigüedad como fáciles medios de
autojustificación. Saben muy bien que una palabra indefinidamente
repetida penetra en las inteligencias como una verdad. Les encanta
hacer política de cara a la galería.
Frente
a la izquierda tenemos a la derecha. Son dos formas de pensar y crear
una sociedad .La derecha se repliega sobre sí misma muchas veces
como metro de carpintero. Tiene miedo a lucir sus propios colores .Le
falta unidad y orgullo de ser de derechas. La derecha debe arrojar de
sí esa culpabilidad histórica de la que tan astutamente se
desentiende la izquierda, y debe manifestar, sin ambages ni miedos,
su concepción del mundo, del hombre y de la historia La derecha es
un modo de estar en el mundo, de dar sentido a la vida y a la
sociedad, perfectamente legítimos No olvidemos que cuando más
oscura es la noche, mejor se ven las estrellas.
La
izquierda y la derecha, pese a sus diferencias, deben hablar y
decidir.
La
buena política no es la que habla mucho, la que promete mucho, la
que grita mucho, sino la que hace y se sacrifica mucho. Nunca la que
promete un puente a un pueblo que no tiene rio. Es hora que
advirtamos que la política nunca es un fin, sino un medio, algo
adjetivo e instrumental, pero es muy cierto que sólo a través de
ella podemos imponer nuestras ideas y resolver los problemas de la
convivencia. Hay que hacer una política en función de un pueblo,
jamás someter a un pueblo a los intereses de una política .Estoy
en contra de los revanchistas y de ciertas lecturas que intentan
cambiar la sociedad con más ilusión que realismo, construyendo una
bella y platónica arquitectura ilusionante, pero imposible de
realizar. Rabindranat Tagore decía:”Gobernar a los hombres es
muy difícil, empujarles es tarea sencilla.Y Píndaro nos
aconseja:”Dirige a tu pueblo con el timón de la justicia y forja
tu lengua en el yunque de la verdad”.
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