Los cañones de humo han disparado desde la primera canción interpretada por la banda formada en California, y sin descanso durante toda la actuación, para acompañar el "show" con Jared Leto como arengador, animador y cantante.
Ataviado con una capa de encaje, camisa abullonada y pantalones de charol, Leto ha pedido al público que saltara, que alzara el puño en alto, que se agacharan, cantaran y dieran palmas y, como suele hacer en sus directos, ha subido a "bailarines" elegidos por él mismo entre los asistentes de las primeras filas, para danzar a su lado.
El polifacético actor ha prometido al público, que va a "volver y volver" a tocar aquí, y ha acabado su actuación volviendo a subir a decenas de fans al escenario para ser testigos de un apoteósico final con fuegos artificiales.
Sin embargo, muchos sounders han permanecido hoy hasta bien entrada la madrugada en las zonas de acampada y en el paseo marítimo, atestado de jóvenes haciendo botellón junto a manteros, vendedores improvisados de "cerveza a un euro", mujeres haciendo trenzas y gente sin pulsera empapándose del ambiente.
Mucha gente sin pulsera ha aprovechado también estos días para hacerse con un buen "botín" de teléfonos móviles, siempre en las manos de los asistentes para hacer un "selfi" o llevado en los bolsillos traseros de los pantalones (cortos), pese a la gran presencia policial tanto en el recinto como en las inmediaciones.
Pero mientras la mayoría de jóvenes estaba fuera del recinto, la programación ha arrancado igualmente en el Arenal Sound, con Arnau Griso e Iván Ferreiro en el escenario principal.
Ferreiro, acompañado sobre todo por los "sounders" para interpretar "Años 80", ha soltado toda su experiencia para los que supieran apreciarla, y ha abierto la veda a una noche que ha supuesto puntualmente un oasis en una programación donde el reguetón y el trap son los platos más celebrados.
Tras él, Carolina Durante, un grupo más del gusto de los jóvenes que vienen al Arenal Sound, y que cada vez están más sueltos en el escenario según van ganando popularidad, no en vano, porque saben mover al personal más allá de sus populares "Cayetano" e "Himno titular".
Han dado paso a uno de los grupos más esperados de la noche, Vetusta Morla, que volvían al festival desde su visita en 2011 y que se han dejado ver últimamente por tierras valencianas, porque tocaron en el Festival de Les Arts, en el Festival Internacional de Benicàssim y ahora en el Arenal (todos ya propiedad de The Music Republic tras la reciente compra del FIB).
Pucho ha asegurado que "estamos en esta provincia y en esta comunidad más en los últimos tiempos que en nuestra propia casa" y ha dedicado la gira "Mismo Sitio, Distinto Lugar" al "amor incondicional", que "como mejor se canaliza es a través de la música", sin olvidarse de hacer un alegato en favor de las salas de música.
Un concierto, el de Vetusta Morla, que ha sonado fantástico en el inmenso escenario del Arenal Sound y que ha creado el espejismo, aunque fuera por un momento, de que el pop y el rock todavía tienen algo de espacio en la cita musical de Burriana.
Eso sí, las ganas de ver a Lola Índigo en el escenario principal era lo más comentado del día, después de que la cantante se haya dejado ver en el Arenal sobre las tablas con Maikel Delacalle y Don Patricio (con quien recientemente ha estrenado el tema "Lola Bunny, con 3,5 millones de visualizaciones en Youtube en tres días) y se haya paseado junto a King Jedet y Dulceida por el recinto.