Javier Calvo EPDA Jefe del servicio de Reumatología
del Hospital General, una especialidad que abarca un paraguas tan amplio como
artritis, artrosis, osteoporosis, lupus, gota o fibromialgia. Con carácter
general, afectan más a mujeres que a hombres, especialmente con sedentarismo y
sobrepeso aunque, curiosamente, cuanto más delgada se esté, más posibilidades
hay de desarrollar “la epidemia silenciosa” que es la osteoporosis, con
fracturas centinela sin caerse desde una escalera pero con roturas. Caminar una
hora diaria y consumir lácteos es la mejor prevención.
Para combatir la fibromialgia, “que
en muchas ocasiones invalida más que un cáncer”, se aconsejan taichí o yoga. En
el caso de la gota, un nivel de ácido úrico superior a 6 puede producir los temidos ataques, que se
previenen eliminando el consumo de alcohol, incluso de las cervezas 0,0%.
La buena noticia es que todos los
pacientes pueden desarrollar una vida comparable a las personas sin estas
patologías, gracias a unos fármacos tan revolucionarios como los corticoides o
la penicilina.
Y la mala es que siguen faltando
especialistas, lo que nos sitúa muy alejados de la ratio de la OMS: un
reumatólogo cada 45.000 personas. En el hospital Clínico, por ejemplo, trabajan
dos para una población asignada de 350.000.
¿Qué es el reuma?
No es nada. Es como decir el
estómago, que se puede tener una hernia, una gastritis… El reuma es el conjunto
de unas 150 patologías que afectan a los huesos, las articulaciones o
enfermedades autoinmunes como artritis reumatoide, lupus, colagenosis,
artrosis, osteoporosis …
Las más frecuentes son la
osteoporosis y la artrosis, vinculada a la edad pero que no significa estar
enfermo sino que viene marcado por unos datos radiográficos, a veces sin
sintomatología previa.
Aunque comentaba que la
artrosis es asintomática en ocasiones, ¿podemos tener indicios?
Dolor en la articulación, rigidez,
falta de movilidad y deformidades. Es más frecuente en mujeres a partir de los
35-40 años aunque su desarrollo es proporcional a la edad. En las personas de
más de 60 años, aumenta el porcentaje de casos y a los 90, hablamos de que
prácticamente el 100% de la población está afectada.
¿Cómo se puede combatir?
Hay que evitar los factores que
la empeoran, como el sobrepeso o los trabajos muy repetitivos, que pueden
provocar artrosis en las manos, en los codos o en los hombros. Se debe hacer
ejercicio, perder peso y potenciar las articulaciones deterioradas.
¿Es aconsejable un cribado en
la población general?
No. El diagnóstico ha de llegar cuando
hay dolor y en ese momento, hay que acudir al médico de familia. Mientras no
haya molestias, no se ha de hacer ninguna prueba. Existe un factor hereditario
también, de manera que las hijas de
madres con artrosis en las manos pueden desarrollarla con más frecuencia. Y, de
hecho, vemos casos en los que siempre suelen tener nódulos en los dedos la
abuela, la madre y la hija.
Una vez está diagnosticada,
¿cómo se mejora la calidad de vida?
Con el ejercicio y las dietas que
garanticen un peso normal. Se deben pautar analgésicos como el paracetamol y
dejar los antinflamatorios para crisis puntuales agudas. Si es una sola
articulación podemos acudir a infiltraciones locales. Y, como última medida, queda
la cirugía.
¿Abusamos del ibuprofeno?
La gente se lo toma como si no
fuera una medicación y es un antinflamatorio con efectos secundarios, como
subida de tensión o afectación del estómago. Es mejor recurrir al paracetamol,
salvo en crisis agudas, como he dicho anteriormente.
La otra patología más común es
la osteoporosis.
Así es. Afecta a 3,5 millones de
personas en España, especialmente mujeres. En la Comunitat Valenciana, unas
350.000 y en Valencia ciudad, unas 70.000. De cada 5 casos, 3 se dan en
mujeres. Es una epidemia silenciosa porque no manda ningún aviso previo y sólo
da la cara si se rompe un hueso, porque aumenta el riesgo de fractura. Hay un
componente hereditario y factores de riesgo a valorar, como personas cuyos
padres se han podido fracturar la cadera, personas que nunca hayan consumido
leche o que estén tomando fármacos como corticoides o inhibidores de la aromatasa
en mujeres con cáncer de mama. En estos casos, el médico hace una valoración y
se realiza una desintometría para medir el nivel en los huesos y uniendo el
resultado con los factores de riesgo, se valora si ha de tratarse.
Hablaríamos de fractura
centinela, es decir, que se produce con un traumatismo de bajo impacto: que no
se caiga desde una escalera sino una caída caminando, en la que se rompa una
cadera. Todas las personas con una fractura de este tipo han de llevar un
tratamiento, así como los muy mayores.
¿Cómo se trata?
Aparte de con medidas higiénicas,
como tomar lácteos y normalizarse la vitamina D, hay fármacos que evitan que se
destruya el hueso o que se forme más hueso.
¿Es más frecuente en personas
delgadas?
Sí, es de las pocas enfermedades donde
el sobrepeso supone una ventaja.
¿Las medicaciones preventivas
frente al cáncer de mama pueden aumentar la posibilidad de una osteoporosis?
Los inhibidores de aromatasa son
un factor de riesgo tan importante como los corticoides y por ello, sus
oncólogos ya las someten a controles y tratamiento si se requiere.
¿Qué diferencia hay entre la
artrosis y la artritis?
La artrosis es degenerativa y la
artritis, inflamatoria y, por tanto, requieren tratamientos distintos. Los
síntomas son diferentes porque el dolor de la artrosis es mecánico e
inexistente al estar en reposo, al contrario que sucede con la artritis, que
inflama las articulaciones.
Archiconocida es también la gota.
Se produce por un depósito de
cristales en las articulaciones. Es una alteración metabólica reñida con el
alcohol, incluida la cerveza 0,0%. Una persona con un ácido úrico alto puede
tener una crisis de gota si toma una cerveza. Se cura siempre que se consiga
bajar de 6 el nivel de ácido úrico y hay fármacos que logran normalizarlo pero
las medidas higiénicas son fundamentales, como en el caso de todas las enfermedades
crónicas, en este caso evitando el consumo de alcohol. Es mejor no tratarla que
tratarla mal porque supone empezar de nuevo.
Es más frecuente en hombres,
normalmente a partir de los 30 años y en las mujeres, mientras tienen la regla,
es casi imposible.
Hablaba con carácter general
de practicar ejercicio, ¿con qué pautas?
Debe acoplarse a las edades, las
necesidades y los gustos. Para una osteoporosis, andar es un ejercicio muy
bueno. Hablaríamos de una hora diaria y si no se puede, tres días a la semana.
Jugar a bolos, tenis, bailar… son muy aconsejables también. Para la
fibromialgia, podría ir mejor el yoga o el taichí.
¿Se puede practicar running
sin más?
Son esfuerzos repetitivos de
articulaciones, sobre todo en las rodillas que pueden generar problemas de
menisco o ligamentos pero son gustos y cada uno el placer lo busca de una forma.
Precisamente la fibromialgia
es una enfermedad controvertida.
Es una enfermedad que existe y
está reconocida por la OMS. Invalida considerablemente al que la sufre e
incluso hace vivir en muchas ocasiones peor que un cáncer. Hablamos de pacientes
que desde que se levantan hasta que se acuestan presentan dolor y cansancio
generalizados, con sueño no reparador.
Se desconoce la causa pero es
verdad que puede darse un componente psicológico importante porque se asocia a
la depresión y la ansiedad, producidas incluso por la propia fibromialgia.
Fundamentalmente es femenina.
¿Cómo empieza a cursar?
En mujeres desde los 30-40 años
que presentan dolor y cansancio todo el día con unos puntos gatillo dolorosos,
ruidos en los oídos, manos adormecidas…
Siempre se habla que llega tras
haber sufrido algún traumatismo importante pero creo que más se copia que se
hereda. Pueden estar más expuestas las personas con personalidad lábil.
¿El crecimiento presenta
molestias importantes en los adolescentes?
Puede ser pero es una afirmación
sin base científica. Es una leyenda urbana, como cuando decimos que hay
molestias en las articulaciones por el cambio de tiempo.
¿Hemos empeorado?
Las enfermedades y la frecuencia
están ahí pero disponemos de mejores medicaciones que aseguran una calidad de
vida comparable a las personas que no están enfermas. Creo que estos fármacos
son, después de la penicilina y los cortiocides, los que más han mejorado la calidad
de vida de los pacientes.
La visión de futuro es muy buena.
¿Qué alimentos hemos de
evitar?
En principio, ninguno. Alcohol
con la gota y para el resto de
patologías, ninguno. El calcio está fundamentalmente en los lácteos y para la
gente que no los toma, encontramos sustitutivos en los cacahuetes o en las
verduras pero hace falta mucho consumo de estos alimentos para compensar un
yogur por ejemplo y, por tanto, no tiene mucho sentido. El calcio es el mejor
protector para la osteoporosis.
¿Se necesitan más
reumatólogos?
Es una especialidad joven porque
antes eran los traumatólogos los que trataban a estos pacientes.
No es el caso del hospital
General pero en algunos centros, la ratio es muy baja. Por ejemplo, en el
Clínico disponen de 2 reumatólogos para una población de 350.000 habitantes,
una ecuación que no responde al sentido común. No es comparable a otras
especialidades, como la cardiología.
Estamos muy lejos de aplicar la
ratio que aconseja la OMS: un reumatólogo cada 45.000 personas. Salvo la Fe
nadie lo cubre y la Conselleria de
Sanitat conoce el déficit.
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