José Soriano, candidato a decano del ICAV: "Este Colegio no es útil ni reivindicativo, hay una absoluta necesidad de cambio"

José Soriano, abogado y candidato al decano del Ilustre Colegio de Abogados de Valencia./EPDA

¿Qué debilidades existen en el ICAV?

El Colegio no ha sabido aproximarse al colegiado y colegiada. No ha sabido escuchar nuestras necesidades y reivindicaciones. No ha sabido apoyar ni defender a quien defiende.

Es un colegio con una cuota que no presta, en relación a su importe, los servicios que pagamos y que, en la mayor parte de los casos, no usamos y que hay que reducir para atender también la situación económica de sus colegiados.

No es un Colegio útil, protector, corporativo ni reivindicativo. No hemos sabido resolver que la Administración atienda nuestras peticiones, desde lo inhábil del periodo de navidad hasta las reivindicaciones de los abogados del turno de oficio, y más aun con la situación de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer.

No somos participativos, próximos, transparentes en su gestión ni firmes en la defensa de los intereses de los nuestros.

¿Cuáles son sus propuestas para la mejora del ICAV?

La reducción de la cuota colegial que abonamos y, junto a ello, la congelación de su cobro durante cuatro mensualidades para aquellos que abonaron la misma constante confinamiento. La formación gratuita. La transparencia en la gestión económica del Colegio y de su política de contratación y gastos.

Desde luego la absoluta defensa y representación institucional a los abogados del turno de oficio en general y, muy en particular, a los que asisten a las víctimas en los partidos judiciales de Carlet, Xàtiva, Moncada, Catarroja, Quart de Poblet y Picassent.

La definitiva solución del voto electrónico y la digitalización de la institución. La reivindicación del papel del abogado y del mediador, de su función y su retribución. El aproximar el colegio al colegiado y el situar a la institución en la sociedad civil.

¿Cuál es el lema de su campaña?

“Cambiemos“ es la forma de resumir y trasladar al colegiado la intención y el programa de esta candidatura.
Cambiar la gestión, la cuota, reduciendo la misma, la formación, la relación con la Administración, reivindicar el fundamental papel en la sociedad del abogado y de su colegio, del mediador, del abogado del turno de oficio.

Aquello que siempre nos contamos en los pasillos de los Juzgados en cuanto a tener, finalmente, un colegio de todos que defienda a aquellos que defendemos.

¿En qué basaría su candidatura?

Compromiso, cariño, proximidad y experiencia.

De los ocho componentes de la misma, dos son abogados de reconocido prestigio; dos son expresidentes de Secciones del Colegio, una de ellas del turno de oficio y los cuatro restantes hemos sido miembros de la Junta de Gobierno en distintos momentos y con unos y otros Decanos.

Se cuenta con la suficiente experiencia y el aval de los años en Junta de Gobierno para poder saber que aquello que forma parte del programa se puede cumplir.

¿Qué le ha motivado a presentarse en esta candidatura?

El motivo fundamental es haber entendido de la absoluta necesidad de cambio, de no permitir continuar con la actual gestión como la venimos sufriendo, de llevar al Colegio y al abogado y abogada al lugar, defensa y reconocimiento que merecen. A desarrollar y practicar una verdadera transparencia en la gestión de la institución.

A hacer un Colegio de todos y no de unos pocos. A hacer regresar al colegio en la posición en la sociedad civil y a defender y representar, como se merece, a aquel que no hace más que defender a otros. A reivindicar frente a la administración el papel del abogado del turno de oficio, del mediador y del abogado en general. A la necesidad, en fin, de adaptar un colegio a una cuota y a unos servicios.

¿Qué propone para dar un cambio de imagen y hacer más accesible y funcional el ICAV?

El Colegio debe reivindicar su función de lobby, reivindicar todo lo que conlleva ser el tercer colegio más grande de este país y el primero, en numero de profesionales colegiados, de esta comunidad autónoma. La Administración, toda y no solo de la Justicia, debe respetarnos desde esa fundamental función de necesario operador jurídico. El colegiado debe sentir que el colegio es suyo y que ser el colegio de todos supone defendernos a todos.