Josep Almenar, alcalde de Picanya. EPDAJosep Almenar Navarro es el actual alcalde de Picanya. Nació en 1948 en este pueblo, está casado y tiene tres hijos. Es Professor Mercantil y desarrolló su trabajo en el ámbito privado durante 16 años en cargos de especial responsabilidad. En 1983 asumió la Alcaldia del municipio hasta la actualidad.
Después de 34 años al frente de la Alcadía de Picanya ¿qué le queda por hacer en el municipio?
Obviamente es muchísimo el trabajo realizado en estos años y la transformación del municipio ha sido enorme. Hemos pasado de ser un pueblo de calles de tierra a ser uno de los municipios de referencia en cuanto a calidad de vida. Pero también es cierto que un pueblo nunca se acaba. Está en constante cambio de acuerdo con los tiempos que nos tocan vivir. Picanya no ha parado de mejorar en los últimos 30 años y no va a parar ahora. Siempre tenemos proyectos nuevos, los más visibles a nivel de urbanismo, sí, pero también en materias fundamentales como educación, servicios sociales, vivienda, jóvenes, mayores… las ideas del equipo de gobierno son muchas porque, además de los proyectos propios, estamos muy atentos a aquello que nos reclama la ciudadanía.
¿Cómo se consigue esta hazaña política? ¿Algún truco?
Apostar por un modelo de pueblo que anteponga a las personas, a los vecinos y vecinas, por encima de cualquier otro interés. Afortunadamente picanyeros y picanyeras, en su gran mayoría, han apostado siempre por el modelo diferente y mejor que supone Picanya. Por un modelo verde de ciudad que apuesta por la cultura, el deporte, los servicios sociales… Por fortuna no hemos sucumbido a los “cantos de sirena” de la especulación urbanística o el populismo que, finalmente, solo busca el propio beneficio.
¿En qué se diferencia Picanya y su población de la del resto de municipios de la comarca?
Supongo que por la apuesta por un espacio público más verde, de parques y jardines, de árboles, menos masificado, de calles más amables, con el tráfico de vehículos fuera el núcleo urbano y también por la apuesta por la cultura, por la educación pública de calidad desde los 0 años y hasta las personas mayores, por un tejido asociativo extenso y dinámico que va desde el deporte, a las tradiciones, las fiestas, los jóvenes, la música, el folklore…
¿Por qué Picanya tiene una vida cultural tan activa y voluminosa?
Es una consecuencia propia del modelo de pueblo construido en estos 30 años. La oferta es muy variada y casi permanente, fruto de la suma de las iniciativas municipales y también, como he dicho antes, de un tejido asociativo muy dinámico.
¿Cuáles son los próximos proyectos para el municipio que se plantean desde el gobierno local?
Muchos y muy variados. Trabajo en materia de urbanismo con actuaciones permanentes. Ahora mismo estamos trabajando en el Parc Jove, un proyecto novedoso para el ocio activo de los y las jóvenes fundamentado en el ejercicio al aire libre y de forma autónoma. También estamos trabajando en el Polideportivo, en las calles, en la plaza Mayor y tenemos en cartera varios proyectos de gran envergadura. Más allá del urbanismo también tenemos en marcha iniciativas en materia de servicios sociales, educación…
¿Algún reto por cumplir?
Desde hace años tenemos paralizado el proyecto de Residencia para Personas Mayores en la carretera de Torrent. Desafortunadamente los anteriores responsables del Gobierno Valenciano nunca permitieron poner en marcha esta iniciativa. Ahora, con los nuevos tiempos, pensamos que sí podremos relanzar el proyecto y que se convierta en un nuevo recurso al alcance de nuestra población. Es difícil, pero estamos trabajando de forma muy importante para hacerlo posible.
¿Cómo le gustaría que fuera Picanya en el futuro?
Creo que Picanya mantiene un modelo muy claro basado en un entorno y unos servicios públicos de calidad, en una apuesta clara por hacer un pueblo para la personas. Espero que en el futuro se siga avanzando en este camino.
La oposición del Ayuntamiento de Picanya, ¿aporta o limita la gestión?
La democracia se fundamenta en base a contrapoderes. Gobierno y oposición son necesarios y cada cual juega su papel que no necesariamente es siempre “a la contra”. Depende en muchos casos del talante de las personas que representan a los distintos partidos. En cualquier caso siempre hay que intentar el consenso y la posibilidad de llegar a acuerdos en beneficios de vecinos y vecinas.
¿Le va mejor a Picanya con el cambio de gobierno provincial y autonómico?
Evidentemente, y creo que le va mejor al conjunto de la ciudadanía de la provincia y de la Comunidad.
Desde su experiencia, ¿cómo se solucionan los problemas de la comarca?
Siempre he defendido la necesidad de un órgano que gestione tanto los intereses comunes de la comarca como la relación con la ciudad de Valencia principal referencia en cuanto a servicios e infraestructuras metropolitanas.
¿Volverá a presentarse como alcalde en las próximas elecciones?
Nunca me he preocupado por eso y no lo voy a hacer ahora.
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