Alumnos de Caxton College. EPDA
"El jurado le
dijo a un miembro de mi equipo que las resoluciones que proponemos son enviadas
al Parlamento Europeo y, en ocasiones, son leídas por los propios
parlamentarios", asegura muy ilusionada Chloé, una de los tres alumnos del
colegio británico de Puçol que acaban de aterrizar de Córdoba, ciudad donde se
ha celebrado durante cinco intensos días, la última convocatoria de esta
iniciativa educativa internacional. "Nuestra próxima parada será Rotterdam, en
el mes de octubre. Allí nos encontraremos con estudiantes de más de 13 países
con los que conviviremos y trabajaremos en nuevas sesiones parlamentarias",
adelanta Carmela, otra de las jóvenes estudiantes de este trío de campeones.
El formato de
reuniones, la dinámica, los temas, los debates, y los formalismos que
experimentan los jóvenes que participan en esta experiencia educativa son
exactamente iguales que los que a diario experimentan los representantes
políticos en las asambleas del Europarlamento en Bruselas. "Nos dividen en ocho
comités y a cada uno nos proponen un tema concreto de actualidad en la esfera
política europea para que lo intentemos resolver a partir de nuestras ideas",
explica Nicolás, el único varón de este grupo que en septiembre encarará su
último año de Bachillerato.
La
restructuración del sistema energético, la idoneidad de mantener las
instituciones europeas, el euroescepticismo, la problemática de la precariedad laboral, la identidad cultural, las libertades
sociales, el derecho de expresión, las mejoras en el medioambiente, entre otros
tantos temas, se debaten en este joven parlamento con enorme interés, "pensando
que nuestras ideas pueden ayudar a cambiar el mundo", confirma Chloé. Por su
parte, Nicolás hace mención del aprendizaje que
conlleva esta experiencia. "Nos ayuda a reforzar las actitudes de liderazgo, a
manejar la presión, a mantener un nivel de expresión elevado y a tener un
amplio conocimiento de asuntos sociales que a todos nos afectan. Como individuos,
nos sentimos útiles al poder aportar un grano de arena a problemáticas
difíciles de resolver. Pero, además, nos llevamos una vivencia emotiva
sensacional al trabajar codo con codo con estudiantes de todos los países
europeos". Sobre este asunto, Carmela secunda a su compañero y confirma que "es
muy recomendable participar en esta actividad. A mí personalmente me ha ayudado
a centrarme en el mundo del desarrollo humanitario. Es una experiencia muy
afectiva, pero también, reconozco que exige un
esfuerzo intelectual importante". Así mismo, Chloé concluye que "es muy bueno
salir de tu zona de confort y enfrentarte a nuevos desafíos que, como éste,
tiene consecuencias muy positivas".
El premio al esfuerzo de estos
participantes consiste en formar parte de la organización internacional, lo que
les permitirá involucrarse en futuros eventos y cooperar activamente en la organización,
así como atesorar una lección educativa inmejorable. Cabe señalar que esta
actividad está incluida en el currículo británico que imparte Caxton College
con el fin de que los alumnos que lo deseen puedan optar a ella y, de este modo,
conocer múltiples culturas y realidades, escuchar y respetar las opiniones de ciudadanos
de diferentes nacionalidades, comprender y aportar ideas innovadoras sobre
temas realmente importantes. Una experiencia única que a buen seguro dejará
huella en el futuro ejercicio de sus profesiones.
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