La empresa barcelonense especializada en la venta de juguetes de
madera ofrece las claves de la importancia del juego en la infancia.
El juego es la actividad principal del niño durante los primeros
años de edad a la cual dedica cerca de un 60% del tiempo, según los
diferentes estudios.
Juguear es una juguetería catalana ubicada en la localidad de San
Sadurní de Noya. Este negocio, con una importante e-Commerce a
través de la cual realiza cientos de pedidos cada mes, lleva desde
finales del año 2016 en funcionamiento, justo después de que sus
fundadores Xènia y Roger detectaran las carencias que tenían
algunos de los juguetes de su hija pequeña. “Jugar es la actividad
más importante para mi hija, es a lo que dedica más horas al día,
es a través del juego que ella entiende el mundo, que lo comparte,
lo vive y lo experimenta”, explican desde la empresa. “Detectamos
que a través del juego los niños adquieren e interiorizan los
valores sociales y emocionales y que es la forma en la que aprenden
cada día a una velocidad vertiginosa todo tipo de conocimientos y
habilidades, por ello regalar un juguete no es una acción neutra”,
determinan.
Los responsables de Juguear son conscientes de la importancia que
tienen los juguetes, sobre todo a temprana edad cuando los niños
están interiorizando todos los estímulos que obtienen del exterior
o en la propia casa. “Durante los primeros años, el juego se
convierte en una actividad determinante que contribuye a la formación
del pensamiento, así como al desarrollo del lenguaje y de las
habilidades sociales”, aclaran. Además, explican que, dependiendo
del rango de edad, los juguetes cumplen una función u otra.
“Nuestros pequeños y pequeñas van aprendiendo diferentes
habilidades como son las habilidades motrices, comprobar su potencial
con el juego, establecer sus propias reglas, imitación de los
adultos, formar equipos y socializar”, describen.
En la infancia lo que ocurre, según explican desde Juguear, es que
los niños comienzan a descubrir y a explorar la realidad y se genera
el impulso por querer aprender más. La primera etapa del aprendizaje
comienza desde el nacimiento hasta los 6 meses, momento en el cual el
bebé va realizando movimientos espontáneos y poco coordinados de
los brazos, piernas y manos. Después de tomar un mayor control de su
cuerpo este comienza a sentir fascinación por los objetos, con
interés por sostenerlos en las manos. Se trata de un tipo de juego
funcional. La etapa de los 6 a los 12 meses, continúan explicando,
es el periodo en el cual el entorno de juego se va tornando en una
actividad más independiente que le permite al pequeño explorar el
entorno y comprobar si las acciones que repite obtienen el mismo
resultado. Después, del primer año de edad al segundo, los pequeños
comienzan a descubrir sus potencialidades ya que comienzan a caminar
y dominan mejor el lenguaje. Esta etapa es conocida como la
autoafirmación. El proceso, explican, continúa en la etapa de los 2
a los 4 años de edad en la cual el juego pasa a tener un valor más
simbólico. En este periodo el niño siente una mayor atracción por
las construcciones debido a la necesidad de ordenar el mundo según
sus reglas. Por último, de los 4 a los 6 años, el juego se vuelve
algo más sociable y se comparten experiencias con otros compañeros
de juego, aunque todavía sigue disfrutando del juego en solitario,
matizan.
Por todo ello, desde Juguear recalcan la importancia de que el niño
tenga la oportunidad de jugar durante la infancia a sus juguetes
preferidos. “El juego debe ayudar a que el niño se sienta más
libre, más creativo, más imaginativo y a que saque todo su
potencial para que juegue como más le gusta”, especifican desde la
e-Commerce en la cual venden juguetes de calidad tanto en materiales
como en valores: https://www.juguear.com/.
Algo que respalda las Naciones Unidas la cual incluyó el derecho al
juego y el esparcimiento en su Convención sobre los Derechos del
Niño.
El juego en los menores, un derecho fundamental
El juego es la razón de ser de la infancia, así lo definen las
Naciones Unidas y otras entidades como la Asociación Española de
Pediatría (AEP), incluida también la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Los
especialistas y pediatras son determinantes en la importancia que
tiene el juego en la infancia, pero también son conscientes de que
el conocimiento y las ganas de aprender que tienen los menores
durante la infancia es muchas veces aprovechado para sustituirlo por
actividades centradas en adquirir conocimientos y habilidades
cognitivas que no se corresponden con la edad y que forman parte de
la enseñanza básica.
Por ello explican que el derecho al juego no se debe vulnerarse y que
se deben respetar los ritmos de aprendizaje y de desarrollos
individuales en la mayor medida posible. En esta misma línea, hablan
sobre varias de las ventajas del juego, como es la estructuración
del yo en la fase de autodescubrimiento, algo que explican también
desde Juguear. “El juego durante la infancia permite al niño
conocer el mundo que lo rodea y adaptarse a él. Lo que ocurre es que
los pequeños crean mecanismos para adecuarse a cada situación con
mayor facilidad”, analizan. Así mismo, el juego sirve para dar
paso a la imaginación y para promover los procesos creativos.
Para los especialistas las ventajas del juego durante la infancia son
muchas. Los estudios realizados en este campo describen que el juego
permite, también, desarrollar y ejercitar los procesos de
observación, así como mejorar la atención, la concentración y la
memoria. Por otro lado, indican que incita a una socialización más
temprana y a mejorar las habilidades de comunicación social. En lo
que se refiere a la interacción con otros niños, por lo general a
partir de los 4 a los 6 años, el juego enseña a respetar las reglas
que establece cada uno. E, incluso, la posibilidad de experimentar
temores y frustraciones, pero también los triunfos y las derrotas.
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