No ofrece nada nuevo con respecto a las anteriores entregas de la saga.
Su principal aliciente reside en la irrupción de unas criaturas gigantescas y
algunas deformes; sin embargo, la historia es tópica, repite situaciones muy vistas
e intenta tapar sus limitaciones con varios homenajes a la exitosa película
dirigida por Steven Spielberg. 32 años después la fórmula se antoja agotada.
Aun así, salvo unos perceptibles altibajos, mantiene un ritmo aceptable y
cumple con lo que espera el público familiar en esta época estival.
A pesar de los esfuerzos realizados, los dinosaurios únicamente han
sobrevivido en la zona ecuatorial. Una organización farmacéutica pretende
obtener el ADN de las tres especies más grandes que existen. Si consigue estas
muestras, podrá fabricar unos medicamentos que curarán las enfermedades
cardiovasculares. Con tal intención, el representante de la compañía, Martin
Krebs, contrata a especialistas en distintos ámbitos. Aterrizan en Surinam y
piensan navegar hasta encontrar a los animales en su hábitat natural, ignorando
los riegos que corren. Encabeza
la expedición la aguerrida Zora Bennett, experta en operaciones encubiertas.
Tras un breve preámbulo, que cobra mayor sentido en los instantes
finales, nos avanza las líneas maestras de la trama con una sola secuencia. Esa
agilidad minimiza los preámbulos, aunque no siempre la extiende al resto del
metraje. Dedica los compases iniciales a conformar el equipo de
expedicionarios, sin apenas profundizar en ellos. De hecho, permite intuir, sin
temor a equivocare, quienes serán las primeras víctimas.
Al abrirse a la acción desvela una de sus bazas esenciales. Emergen
diversos reptiles mutantes, fruto de unos experimentos fallidos, que
constituyen la única novedad del filme. En esa parcela se aprecian ciertas
creaciones aceptables, pero otras encajan con dificultad y rozan lo grotesco.
Aparece un tiranosaurio que recuerda inmediatamente al monstruo de Alien, el
octavo pasajero.
Cuanto sucede en los últimos minutos resulta previsible y le falta un
epílogo que redondee la aventura. Tampoco hay ninguna escena adicional al
acabar los créditos de cierre. Con todo, acierta al introducir advertencias
puntuales sobre la rebelión de la naturaleza y las ambiciones desmesuradas que
causan graves desigualdades.
A estas alturas, las inserciones digitales ya no provocan las
sensaciones de antaño, sin que quepa achacarlo a la meritoria labor
desarrollada por los diseñadores gráficos.
Scarlett
Johannson se convierte en un reclamo de garantías. La actriz se vale de su
contrastado carisma y saca adelante un papel poco exigente. Destaca también la
participación de Mahershala Ali (Moonlight, Green Book).
https://www.imdb.com/es-es/title/tt31036941/
https://www.youtube.com/watch?v=1R3LTANp7hw
Comparte la noticia
Categorías de la noticia