Hugo Ponce. /EPDA En los últimos años los jóvenes estamos siendo tachados de ser una generación de cristal. Decía Monserrat Nebrera, del PP catalán, que "no aguantamos nada", que padecemos "fragilidad emocional".
Yo, que pertenezco a esa juventud "frágil", puedo asegurar que no aguantamos muchas cosas, no por tener "la piel demasiado fina", sino porque hemos sido capaces de tener la valentía de plantarnos cuando hay algo que es injusto o que nos molesta.
Decimos que antes había cosas que se toleraban que ahora ya no porque las hemos conseguido meter en el debate social. Nuestros predecesores en la lucha pusieron sus cuerpos en huelgas, ganaron derechos indispensables, como la jornada laboral o la sanidad pública y ahora nuestra generación (además de continuar con sus luchas) hemos puesto el foco el romper silencios y en no reírnos de ciertas gracias que ya no hacen nada de gracia.
Esa insumisión, como decía, se debe a que hemos introducido nuevos debates en la sociedad y a que la ciudadanía ha empezado a cuestionarse las verdades impuestas. Estas verdades han sido puestas en cuestión, se debaten con el círculo cercano y hemos llegado a una conclusión, hay que cambiar la realidad. De esa conclusión hemos extraido discursos transformadores, discursos en los que se exaltan los derechos sociales, los derechos feministas o los derechos LGTBIQ+.
De ahí nació en gran medida la esencia de Podemos, la formación política de la cual formo parte. La esencia es el debate, la esencia es velar por los derechos de todas, todos y todes por una sencilla razón: todas, todos y todes somos personas y tenemos derechos.
Aun así, como joven implicado y politizado, todavía veo a cierta juventud desencantada con la política, una juventud que ve la política como un "ente" lejano con el que no comparten nada. Yo, y otras muchas jóvenes, decimos que no es así, que se pueden canalizar nuestras luchas a través de la política, que es la mejor herramienta con la que se pueden cambiar las cosas de forma directa y que de ahí se hace necesario que la juventud juegue un papel fundamental en la política.
Y por ello desde Podemos estamos promoviendo leyes dirigidas a la juventud, pero, no solo eso, sino otras muchas iniciativas las planteamos con la perspectiva y participación de la juventud, la perspectiva feminista o la perspectiva ecologista. Es decir, planteamos nuestras políticas con una mirada global, integradora e interseccional.
En nuestra formación el papel de la juventud es fundamental y se nos toma en serio. En nuestra formación incluimos con determinación a la juventud, y desde aquí, con estas líneas, agradezco a Podem el haber confiado en mí para ser candidato al Ayuntamiento de València en el equipo de Pilar Lima. ¡Porque sí, amigas, amigos y amigues, sí se puede!
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