Balcón de una vivienda incendiada recientemente en la ciudad de Burjassot. / epdaSe acerca el invierno y las viviendas se parapetan contra el frío con estufas, climatizadores, radiadores o cualquier otro tipo de calefacción. Esta circunstancia hace que en estos meses del año -enero y febrero fundamentalmente- se produzca un repunte de los incendios en viviendas vinculados tanto al uso de sistemas de calefacción como a una deficiente ventilación de los inmuebles.
Según los datos facilitados por el Consorcio Provincial de Bomberos, entre enero y marzo de este 2018 en la comarca de l’Horta Nord se han registrado 8 incendios en viviendas, número que ha descendido ligeramente respecto a los ocurridos en la misma época del año anterior, cuando se extinguieron un total de 11 fuegos en inmuebles. En el conjunto del año 2018, ha habido un total de 47 incendios en viviendas en la zona de los parques de bomberos de las localidades de Paterna, La Pobla de Farnals, Moncada y Burjassot, una cifra superior a la del año anterior que fue de 42 incendios, incremento que se ha localizado sobre todo en la ciudad de Paterna con 26 fuegos en casas en este año 2018.
Desde el cuerpo de Bomberos se ha concretado que las principales causas de estas emergencias son eléctricas, por aparatos en malas condiciones, sobrecargas, cortocircuitos, pero también están detrás de numerosos fuegos en el hogar los aparatos de calefacción como estufas, radiadores, chimeneas y braseros en estancias sin ventilación.
Así lo explicó el presidente del Consorcio Provincial de Bomberos, Josep Bort, quien alertó de que “si están en funcionamiento durante un tiempo prolongado y las puertas y ventanas están cerradas, se consume el oxígeno y se forma el mortal monóxido de carbono”.
Detrás de otros incendios están las chimeneas con mal mantenimiento, braseros debajo de mesas camilla, estufas eléctricas y velas, y las estancias en las que más incendios se producen son el comedor, el dormitorio y la cocina.
El Consorcio Provincial de Bomberos ha insistido en que “la prevención es clave para evitar estas situaciones”, como revisar los aparatos de combustión líquida o con gas inflamable, colocar detectores automáticos de humo, vigilar las fuentes de ignición, como las velas, y que se apaguen siempre antes de acostarse.
Según los últimos datos de un informe presentado por la Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos el año pasado murieron 212 personas en incendios en España por fuegos o explosiones, ya fuera por quemaduras o inhalación de humos, en espacios cerrados o al aire libre.
El 64 por ciento de víctimas mortales se registraron en los seis meses de más frío de al año, contabilizándose entre noviembre y febrero del año 2017 más fallecidos en viviendas que en el resto del año y siendo enero el peor mes.
Además, también según los datos del Consorcio, la valenciana es la tercera comunidad con mayor índice de víctimas fallecidas en 2017, con un ratio de 5,2 muertos por millón de habitantes.
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