La acusada custodiada por la Policía durante el juicio. EFE/Quico Tomás Flor María Ch. S. , la mujer acusada de apuñalar en el corazón a su
pareja, no actuó alterada por patologías psicológicas, ni bajo los
efectos de una embriaguez grave, según han explicado varios médicos y
psiquiatras forenses que han declarado hoy durante la segunda sesión del
juicio celebrado contra ella.
La muerte de Milko Remberto, que
grabó sus últimos veinte minutos de vida en el móvil, tampoco tuvo
origen en ninguna clase de accidente, sino en una puñalada con
trayectoria ascendente y dirigida al corazón, que abrió una herida que
necesariamente debía ser mortal si no era suturada de manera inmediata,
han explicado también los forenses.
El fiscal ha elevado a
definitiva su petición de 12,5 años de cárcel por homicidio, mientras
que la defensa ha solicitado la libre absolución o, alternativamente,
una condena de dos años por homicidio imprudente, siempre teniendo en
cuenta circunstancias atenuantes como la alteración psicológica y el
consumo de alcohol.
Aunque respecto al alcohol la acusada ha
manifestado que estaba embriagada cuando sucedieron los hechos, ninguno
de los policías que levantaron acta durante su detención ha citado esta
circunstancia, mientras que los forenses que han declarado hoy tampoco
han sustentado claramente esa afirmación.
Sí es cierto que dos
psiquiatras forenses que han explicado al jurado su informe pericial han
expresado el convencimiento de que sufría una embriaguez leve o
moderada que pudo "facilitar" la acción al estar combinada con unos
celos que no eran síntoma de ninguna patología, sino que obedecían a
causas reales por ambas partes.
"Una pareja en crisis, una pareja
que se estaba rompiendo. Y una mujer que no consiente ser abandonada",
han resumido los psiquiatras forenses, que han confesado haber escuchado
muchas veces la grabación completa de los hechos.
En la primera
jornada del juicio, celebrada ayer, el jurado pudo escuchar parte de la
grabación que la víctima realizó con su móvil. Entre las frases
registradas figuran amenazas de la acusada: "no sabes lo hija de puta
que soy. Te voy a matar".
Los psiquiatras han explicado al jurado
que, si se escucha toda la grabación, se advierte que ella resulta
"humillada" por el transcurso de la discusión, una humillación que pudo
actuar como gatillo disparador de la violencia junto a otros factores,
han interpretado los psiquiatras.
Los hechos ocurrieron en la
medianoche del 23 de octubre de 2017 en el domicilio que compartían ella
y la víctima, también boliviano y de 40 años, en calle Rubén Vela de
València. El escrito del fiscal señala cómo en un momento determinado de
la discusión que mantenían ella tomó un cuchillo de grandes dimensiones
(en la grabación se escucha su voz alejarse y después la reacción
desconcertada de él) y le atacó con ánimo de matarlo, tal y como le
había anunciado minutos antes. El hombre, en ropa interior y
desprevenido, no pudo defenderse.
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