Fue un día muy emotivo en el que los monitores sorprendieron a los alumnos con una entrega de medallas para concluir el acto. Foto: EPDA.
El pasado viernes 27 de
julio la Asociación de Discapacitados de Puçol (ADIS) se vistió de gala para
decirle adiós al verano. “Me gustaría agradecer a los padres por confiar en
nosotros”, nos comentó Raquel Sanz, quien, tras cuatro años como voluntaria, ha
sido contratada por esta asociación. “Los niños son adorables”, admitió Raquel.
Unos se bañaban en la
piscina mientras otros jugaban en el césped, pero a pesar de ser el último día,
todos estaban alegres, porque se lo habían pasado tan bien juntos que seguro
que ninguno de ellos lo olvidará jamás.
Pese a que siempre tenían
la misma rutina, ningún día era aburrido. De buena mañana tocaba prepararse
para lo que les esperaba, así que hacían estiramientos en el césped. A
continuación, dependiendo del día, había que bailar o jugar. Y finalmente,
bañarse en la piscina o disfrutar en el césped con los monitores.
Después “había que
reponer fuerzas y llenar la barriga” explicaba Raquel Salvador, una de las
monitoras, por lo que almorzaban todos juntos antes de ir al Espai Social
Martínez Coll; donde hacían manualidades, cantaban e incluso jugaban. Hasta que
llegaba la hora de volver a casa con los padres.
Pero ese viernes era
especial, porque además de todo eso, los monitores habían preparado una fiesta
sorpresa para sus queridísimos amigos. Así que se sentaron todos juntos
formando un círculo y, tras pintarse la cara unos a otros, empezaron a cantar y
a jugar hasta que una visita inesperada los interrumpió: la concejala de
bienestar social Eloísa Rosa.
Para acabar esta emotiva
sorpresa de final de curso, los monitores les repartieron medallas para que
nunca se olvidaran de ellos. Por ser el que más nada, porque nunca se ha quejado,
e incluso, porque aunque sea un poco traviesa es la mejor. Y con estas bonitas
palabras, todos ellos se fundieron en un abrazo.
Desde aquí queremos
agradecer a ADIS por su gran labor con los discapacitados de Puçol. Y recordar
que, aunque se hayan tomado un mes de vacaciones, en septiembre todos estos
voluntarios volverán con nuevas sorpresas y más ganas. Porque como Raquel Sanz
dice: “esto me llena”.
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