La
Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a
dos menores de edad a libertad vigilada y 40 horas de trabajo en
beneficio de la comunidad por realizar pintadas
insultantes contra una profesora de un centro educativo en San Miguel
de Salinas (Alicante), a la que además acosaban telefónicamente.
El Tribunal ha condenado con más severidad a la chica, que fue quien llamó
por teléfono en más de 30 ocasiones a la docente, colaboró en la realización de
pintadas ofensivas y la insultó en la calle en presencia de otras personas. La Sala le impone la medida
de un año de libertad vigilada por un delito de trato degradante a la profesora.
En
algunos de sus actos contó con la colaboración de otro menor, que
realizó
pintadas de contenido sexual contra la profesora en el aparcamiento y
en la sala de Cultura del centro educativo donde junto al nombre de la
profesora aparecían expresiones como "pedófila", "zorra" o "asquerosa".
Ha sido condenado a ocho meses de libertad
vigilada por el mismo delito. Ambos deberán realizar cuarenta horas
de trabajos en beneficio de la Comunidad.
La Audiencia confirma así
la
sentencia dictada en enero por el Juzgado de Menores Número 1 de
Alicante, que fijó una indemnización
de 5.000 euros para la profesora por daños morales sufridos por el
acoso. El pago lo asumirán los menores en cuotas de 70% y 30% en función
de su grado de participación en los hechos.
La docente reclamaba una indemnización de más de 20.500 euros.
La sentencia subraya que
"la
gravedad de los hechos en sí mismos considerados, la exposición de los
insultos a la vista de gran número de personas y de menores del centro
educativo, la circunstancia de que se vertieran contra una profesora, lo
que conlleva también un desprecio a su autoridad,
la reiteración y la prolongación en el tiempo, son susceptibles de
causar un sentimiento de humillación, angustia y malestar, que hacen
obligada la indemnización de los perjuicios y el daño moral causado".
El
relato de hechos probados explica que entre diciembre de 2013 y marzo
de 2014 la menor realizó treinta y tres llamadas al teléfono de la
docente, que era la jefa de estudios, en las que
emitía gritos o balbuceaba. En octubre de 2014, la condenada se cruzó
por la calle con la maestra y su pareja, a quien se acercó para
insultarla.
Cuando
la víctima se encontraba en la Guardia Civil para denunciar
desperfectos que había sufrido su coche, la menor pasó en varias
ocasiones por la puerta del cuartel, gesticulando con
los brazos y pronunciando frases relacionadas con los hechos, hasta que
un agente la identificó y la niña abandonó el lugar.
Previamente
a estos hechos, la menor, bien sola o bien con otros alumnos,
envió más de 80 mensajes insultantes y amenazantes a la profesora a
través de la red social Facebook. La víctima denunció estos hechos en
2011, por lo que se abrió una causa diferente a la de esta sentencia,
que finalmente se archivó cuando la docente retiró
la denuncia. Tras ese episodio tuvo que recibir asistencia médica por
ansiedad, nerviosismo, cefaleas, insomnio, problemas estomacales y
problemas en la piel de origen psicosomático.
La
sentencia también destaca otras pintadas insultantes realizadas en el
aparcamiento del centro escolar y en el propio coche de la profesora, y
mensajes de whatsapp enviados a familiares
de la maestra, hechos de los que se desconoce la autoría.
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