Construcción del aparcamiento subterráneo de la Plaza Músico Ibars. FOTO: EPDA.
Además de las alarmantes cifras de
deuda, cercanas a los 40 millones de euros, la auditoría de las cuentas del
Ayuntamiento de Mislata realizada por la empresa Faura-Casas ha revelado otros
muchos datos de especial relevancia, que han afectado y mucho a la situación
actual de las arcas públicas.
Por ejemplo, que la construcción del
aparcamiento subterráneo de la Plaza Músico Ibars –el que Lubasa dejó a mitad y
el Ayuntamiento tuvo que acabar- generó
lo que en términos contables se llama “una desviación de financiación negativa
en 2010 de 422.000 euros”. Este sobrecoste se generó cuando los anteriores
responsables políticos de Mislata decidieron aprobar un pago por encima de la
cantidad que el Ayuntamiento registró inicialmente.
Esta información aparece puntualizada
en la auditoría financiera, que también señala que tras la venta de diversas
plazas de aparcamiento por iniciativa del anterior gobierno del PP, “existía
una sobrevaloración en las cuentas municipales de 528.000 euros”, ya que las plazas
no fueron dadas de baja de la contabilidad y figuraban como propiedad
municipal, cuando ya eran propiedad privada.
Por otra parte, la auditoría de las
cuentas públicas de Mislata detalla minuciosamente las cifras con las que se liquidó la concesión
del contrato con Lubasa por los tres aparcamientos (País Valenciano, Príncipe de Asturias y Lepanto) y parte del
construido en la plaza de Músico Ibars: las infraestructuras le costaron al
Ayuntamiento un total de 16.749.121 euros.
Esta cantidad podría haberse rebajado
si el Ayuntamiento le hubiera exigido a Lubasa “los daños y perjuicios” que
establece la ley, pero el anterior gobierno no lo hizo. Según detalla el
informe de los auditores, “el artículo 266.4 del TRLCAP establece que cuando el
contrato se resuelva por causa imputable al concesionario, éste deberá
indemnizar al órgano de contratación de los daños y perjuicios
ocasionados”.
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